El PP de Formentera exigió ayer la comparecencia del presidente del Consell, Jaume Ferrer, y del gerente de la institución, Isidor Torres, para que expliquen las razones por las que se ha despedido al representante sindical de UGT, José Ramón Mateos.

La portavoz adjunta en el Consell de Formentera, Anna Negre, considera en una nota que Jaume Ferrer y el gerente deben explicar en pleno los motivos de lo que este partido califica como «persecución al delegado sindical en la institución insular». Mateos fue cesado a principios del mes de octubre como auxiliar administrativo interino en la Policía Local.

Para el PP, la gestión de personal en el Consell se ha basado en las directrices que da el presidente y que ejecuta el gerente de la institución. En tono irónico, este partido detalla, «entre otros logros [de esta política], reducir a la mitad la plantilla de la Policía Local, no cubrir las plantillas del departamento de urbanismo y de auxiliares administrativos o estar investigados judicialmente por contratación indebida en el cuerpo de bomberos».

Los populares aprovechan para recordar la indemnización, de 50.000 euros, que tuvo que pagar el Consell a un bombero «o tener un nivel de interinidad en la plantilla del 80%».

Para el PP el partido que gobierna el Consell , GxF, «se ha dedicado a perseguir al representante sindical que ponía en tela de juicio la nefasta política de personal del Consell».

La consellera del PP, Anna Negre, añade: «Más allá de si el Consell gana o pierde la demanda sindical, queda claro que el despido es una vendetta política por el autoritarismo que han implementado Jaume Ferrer e Isidor Torres, ya que la justificación del despido por no pasar el periodo de prueba es un insulto a la inteligencia de cualquier persona que haya trabajado en la institución insular». Es más, añade que si la demanda prospera, «estos dos responsables políticos no deberían permanecer ni un minuto más en sus cargos de responsabilidad».

Mientras, el Consell de Formentera sostiene que la única razón del despido «es porque [Mateos] no se había presentado a trabajar ningún día de los tres meses que dura el periodo de prueba».