El turista que visita la isla en octubre no debería pagar lo mismo de ecotasa que el que la visita en julio o en agosto. Así de claro lo tiene la consellera de Turismo de Formentera, Alejandra Ferrer, según explicó ayer en el estand de la isla en la World Travel Market de Londres. Ferrer señaló que desde que se puso en marcha el impuesto de turismo sostenible han pedido al Govern balear alguna actuación en este aspecto. «De momento, no nos han hecho caso», lamenta Ferrer, que adelantó que el Consell de Formentera seguirá reclamando que el turista de fuera de temporada pague una tarifa reducida del impuesto.
Ferrer reconoció, sin embargo, que conseguir esta tarifa reducida de la ecotasa es «especialmente complicado» en la situación actual, en la que «hay hoteleros que quieren la erradicación del impuesto». «Cuando parte del sector está en contra es difícil conseguir esa modificación», añadió la consellera de Formentera quien, sin embargo, señaló que, de momento, «en la foto de esta campaña de la federación hotelera no veo a nadie de Formentera».
Ferrer señaló que hasta la fecha ningún hotelero de la isla se le ha acercado «en dos años» para mostrar su desacuerdo con el impuesto de turismo sostenible. «Al contrario, muchos lo ven como algo positivo, porque la primera inversión fue la reforma del núcleo de es Pujols», indicó la consellera, que sospecha que la campaña impulsada por la asociación de hoteleros de las Pitiusas «es más política» que económica. A pesar de esto, reconoció que es imprescindible «mejorar la promoción» que se hace del impuesto a los turistas que la pagan y especialmente de los proyectos a los que va destinado, de manera que el visitante sepa, realmente, a dónde va su dinero.
«Buena idea, mala fórmula»
No es la única que piensa así. Algunos de los empresarios (y de los políticos) presentes en la feria consideran que debería cambiarse el sistema. «La idea es buena, pero no la forma», apuntaron algunos representantes públicos. La mayoría no sólo defiende que cada isla debería poder gestionar lo recaudado, si no que proponen, entre otras cosas, un sistema de apadrinamiento de proyectos. Cada establecimiento podría escoger a qué quiere dedicar el dinero que recaude con la ecotasa (dentro de un lista de propuestas establecidas por las instituciones), de manera que en el momento en el que el turista paga la tasa, podrían decirle a qué se va a destinar de forma muy concreta ese dinero.
La consellera balear de Turismo, Bel Busquets, ya ha mostrado su oposición a esta propuesta: «Lo que tenemos es un impuesto autonómico que tiene una ley que lo avala y unos objetivos prioritarios que lo que hacen esos objetivos es mejorar nuestra destinación para tener una mejor oferta y que se repartan entre todos y todas».
