David García es un ornitólogo que bien está anillando virots o realizando recuentos de murciélagos en distintos puntos de Balears, entre ellos Formentera. Y en una de sus frecuentes visitas a esta isla ha podido comprobar cómo la basura se adueña de los más insólitos lugares, hábitat además de determinadas especies.

Es el caso, explica, de una sima ubicada en una zona de la Mola, a la izquierda del faro y alejada de la antigua cantera. Este experto, que frecuenta este lugar para observar a los murciélagos grandes de herradura, Rhinolophus ferrumequinum, se ha encontrado con baterías y todo tipo de residuos que necesariamente han sido tirados allí desde tierra.

Este murciélago grande de herradura prefiere los hábitat arbolados y en el catálogo español de especies amenazadas está en situación de 'vulnerable'.

García, en los recuentos que ha hecho, señala que ha llegado a contar hasta 30 ejemplares de esta especie.

En cualquier caso, advierte de que «este sólo es un caso porque hay basura no sólo en la Mola sino en las cuevas de toda la isla, y esto afecta a los murciélagos y a otras especies» de aves.