El Govern balear al completo se reunió ayer en Formentera para celebrar el habitual Consell de Govern de todos los viernes y aprobar el esperado proyecto de ley de regulación y limitación de entrada de coches en la isla para reducir la saturación que sufre durante los meses de verano. Una vez que el texto quedó ayer aprobado por el Govern (con ligeros cambios que no alteran el fondo de su contenido), el Parlament iniciará su tramitación para que quede definitivamente aprobado «en diciembre y, si no, en enero o febrero», según el pronóstico que hizo la presidenta del Ejecutivo regional, Francina Armengol.

En rueda de prensa ofrecida en la sede del Consell formenterense al finalizar la reunión, el presidente insular, Jaume Ferrer, y Armengol señalaron que la ley sirve para habilitar al Consell de Formentera para establecer las limitaciones que considere necesarias para garantizar «la sostenibilidad» de la afluencia turística y la movilidad basada en los vehículos de motor.

Ferrer, al ser preguntado por la cifra de coches que serán autorizado a entrar en la isla cada verano, declinó dar datos concretos y dijo que «se harán estudios» durante los próximos meses para determinar esa cantidad.

Tanto Armengol como Ferrer destacaron la importancia de la jornada de ayer, pues la norma que limitará la entrada de coches en Formentera «es pionera en el Estado español y también en Europa», pues no hay ninguna isla del tamaño de Formentera donde se haya aplicado una ley de estas características, que está llamada, dijeron, «a marcar el camino» para futuras experiencias en otros sitios.

«Consenso y participación»

Ferrer destacó «el consenso y la participación» que ha caracterizado la redacción de la norma, y prueba de ello es que en la versión final del documento se han incorporado el 39% de las alegaciones presentadas. En consecuencia, el proyecto de ley presenta algunos cambios.

Por ejemplo, toda aquella persona que tenga una casa en Formentera, aunque no viva en la isla, pasa a ser considerada residente, por lo que no tendrá restricciones de entrada en coche. También se considerarán residentes los formenterenses que viven fuera de la isla y deban regresar a la isla por motivos familiares; podrán hacerlo con su vehículo.

En cuanto a los ibicencos, «tendrán condiciones especiales, ya que el Consell de Formentera establecerá una cuota específica para los residentes de Ibiza para facilitar su acceso a Formentera». «Esta cuota será prioritaria y ha de ser suficiente, tomando como base los datos históricos de afluencia», añadió el Govern.

El papel de las navieras

Otra de las alegaciones aceptadas da satisfacción a una demanda de las empresas navieras. Aunque tendrán la obligación de informar a sus clientes de la necesidad de tener autorización para entrar con coche en la isla, las navieras no estarán obligadas a impedir el embarque del coche o su desembarque. El Consell explicó que, si pese a las advertencias, un vehículo entra sin autorización, se expondrá a las sanciones previstas en la ley.

De hecho, otra de las novedades consiste en un aumento de las multas a quienes infrinjan la norma. Las sanciones leves pasan de 600 euros a 1.000, mientras que las graves pasan de 6.000 euros a 10.000.

El presidente del Consell señaló que el cuerpo encargado de hacer cumplir la ley e imponer las multas será la Policía Local, cuya plantilla se aumentará en los próximos meses.

El proyecto de ley también incluye otras cuestiones, pues establece la obligación de instalar puntos de recarga eléctrica en los aparcamientos públicos y promover los vehículos públicos no contaminantes.