Los precios de los hoteles de Ibiza y Formentera no han dejado de subir en la última década. Este mes de julio el aumento fue del 8,75% respecto al mismo mes del año pasado hasta alcanzar un precio medio de 162,9 euros la noche, según los datos publicados por el Instituto Balear de Estadística (Ibestat), que sitúa a las Pitiüses como el destino más caro de la Comunitat Autònoma año tras año.

Los empresarios, comerciantes y políticos lo repiten con frustración y de arrepentimiento: «Nos hemos vuelto demasiado caros», en especial desde hace unas semanas, cuando salieron los datos que revelaban la caída de la ocupación hotelera en julio en una temporada que muchos califican de «rara». Mejoras constantes en los establecimientos, inestabilidad en otros destinos turísticos del Mediterráneo y el cambio del turoperador por la gestión directa de la reserva por internet son algunas de las claves.

Hace una década era posible dormir en el alojamiento más sencillo de las Pitiusas por 39 euros la noche en julio, mientras que este año, el precio de salida está en 67 euros: más de lo que costaba entonces un hotel de tres estrellas, sólo superado entonces en categoría por los de cuatro (79,7 euros de media). Es decir, que los turistas sólo pueden acceder a hoteles de categorías más bajas si optan por pagar precios similares a los de hace una década, aunque eso no siempre signifique peor servicio por el mismo precio.

Por otro lado, el lujo está cada vez más extendido en las Pitiusas. Dormir en un hotel de cuatro estrellas prácticamente ha duplicado su coste en una década. En julio, este tipo de establecimientos valía de media 154 euros la noche. Y al encarecimiento de los alojamientos de categorías medias y altas, hay que añadirle la aparición (al menos en las estadísticas) de los hoteles de cinco estrellas en 2011, donde el coste de la habitación media se situó en julio en 330 euros la noche.

El precio de los hoteles de lujo crece de manera exponencial: un hotel de cinco estrellas cuesta el doble que uno de cuatro, el triple que uno de tres y casi cinco veces más que la opción más económica, una estrella de plata. En términos generales, los establecimientos de todas las categorías prácticamente han doblado su precio en la última década. El mayor crecimiento, en proporción, ha sido en los dos estrellas.

Esta tendencia al alza se volvió prácticamente irreversible en 2015, con unas subidas de las tarifas medias de julio del 40%. Entre 2014 y 2015, el encarecimiento medio de toda la temporada fue del 30%.

Hay que destacar que estas estadísticas sólo tienen en cuenta los precios de los alojamientos hoteleros y no reflejan la aparición de miles de casasy pisos privados destinados al alquiler vacacional (legal o ilegal), que también han aumentado tanto en cantidad de oferta como en sus tarifas. La oferta de vivienda privada en el mercado del turismo también altera el precio de los hoteles, pero en este caso no ha hundido su valor.

Más caro que Mallorca y Menorca

Los datos, que provienen del organismo estadístico autonómico, no hacen diferencia entre Ibiza y Formentera, pero sí confrontan a la Pitiüses con el resto de islas. Los hoteles pitiusos son los más caros de Balears: si en julio el precio rozaba de media los 163 euros por noche, en Mallorca no llegaron a los 112 euros y en Menorca apenas rozaban los 124, aunque en todas las islas se refleja el aumento de precios en la última década, y en estas dos islas, de forma más paulatina e incluso con algún año de receso en los precios.

El pasado 10 de julio, Diario de Ibiza ya publicó que los precios de los hoteles ibicencos eran los más caros del Mediterráneo, realizando una búsqueda por internet.