El Consell insular de Formentera ha recaudado unos 50.000 euros en multas a viviendas de alquiler vacacional sin licencia en lo que va de año, con lo que suma casi 300.000 desde que empezó su cruzada contra las plazas turísticas ilegales en 2016.

«Las viviendas alquiladas a turistas sin licencia van disminuyendo cada año», dijo ayer la consellera de Territorio y Turismo, Alejandra Ferrer, que supervisa estos controles. Hasta inicios de este año, la recaudación ascendía a 250.000 euros.

El objetivo es reducir el número de plazas turísticas en Formentera para dejarlas en unas 20.000. El Consell calcula que durante el pico de la temporada hay alrededor de 12.000 personas hospedadas en alojamientos sin licencia. Mediante un control de los alojamientos irregulares y la regularización de unas 5.000 plazas a lo largo de los próximos meses, la Administración pretende reducir lo que considera un excedente de turistas.

Más controles

Los equipos del Consell rastrean durante el invierno las páginas de internet donde se alquilan alojamiento para las vacaciones en Formentera para cotejar si la oferta corresponde a viviendas con licencia. En verano, se hacen inspecciones en las casas elegidas por sorteo para comprobar si las personas hospedadas en viviendas sin licencia turística son realmente residentes en la isla o si la vivienda se alquila de forma fraudulenta .

En Formentera todavía no está aprobado el nuevo techo de plazas turísticas, pero el Consell espera que la nueva normativa esté lista para principios de año. Según los planes de la zonificación de vivienda turística, los centros urbanos más importantes de la isla (Sant Francesc, Sant Ferran y La Mola) quedarían blindados contra el alquiler vacacional para fomentar que los residentes tengan la posibilidad de acceder a precios de alquiler más asequibles. Formentera, a diferencia del resto de islas, no tiene una bolsa de plazas. Para hacer la ampliación que necesita para regularizar 5.000 camas, debe modificar su normativa urbanística.