El proyecto de regulación de s'Estany des Peix, situado en la Savina, dentro del Parque Natural de ses Salines de las Pitiusas, está en estos momentos en manos de la Demarcación de Costas de Balears, que debe pronunciarse sobre el mismo. Fuentes de la conselleria balear de Medio Ambiente detallaron ayer que el proyecto consensuado con el Consell de Formentera ha sido remitido al citado organismo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.

Esta iniciativa lleva años negociándose entre las tres administraciones implicadas. Desde el Consell de la isla siempre se ha apelado a la complejidad administrativa para justificar la demora en su desarrollo, ya que el organismo que más tiene que decir al respecto no es la conselleria balear de Medio Ambiente, por ser Parque Natural, sino especialmente Costas, que es el organismo del que depende el uso y dominio público del litoral.

La realidad de este enclave natural ha variado con el tiempo, al mismo ritmo que ha cambiado la oferta de turismo náutico.

Pero sobre todo se ha producido un efecto llamada entre los dueños de embarcaciones de poco calado que ven cómo pueden fondear sin mayores problemas en un entorno natural sin que nadie controle su actividad y sin pagar.

No es la primera vez que empresarios hoteleros de la zona se quejan de los problemas que generan en verano la presencia de centenares de barcos que usan s'Estany como punto de recalada e incluso para realizar entregas y recogidas de pasajeros en embarcaciones de alquiler. Tampoco existe un control de las zonas de baño y las embarcaciones están fondeando a escasos cinco metros de la orilla con total impunidad, con el peligro que conlleva para los bañistas.

En algunos de barcos residen personas durante el verano, provocando vertidos y sin pagar un euro por estar amarrado a uno de los centenares de muertos de hormigón que pueblan el fondo de este estanque protegido.