El Consell de Formentera dio a conocer ayer el resultado del concurso del proyecto 'Save Posidonia, 2017', que el pasado año logró apadrinar 132.000 metros cuadrados de pradera de posidonia, con la intención de destinar el resultado de las aportaciones (un euro un metro cuadrado) a proyectos para proteger esta planta marina. A lo largo del pasado año numerosas empresas de las Pitiusas apadrinaron metros cuadrados de posidonia, así como particulares que realizaron donaciones. Todas ellas se pueden ver en la página saveposidoniaproject.org.

La iniciativa, impulsada por la conselleria insular de Turismo y la de Medio Ambiente, se realizó como la principal actividad del año del turismo sostenible que se celebró en 2017. El objetivo de las donaciones fue crear una bolsa para impulsar proyectos de carácter científico y tecnológico, de gestión ambiental y de sensibilización sobre esta planta marina. La posidonia es decisiva para mantener la diversidad de los fondos marinos ya que es una gran captadora de dióxido de carbono y es capaz de generar, proporcionalmente, más oxígeno que la selva amazónica.

Un comité evaluador, formado por especialistas y representantes del tejido asociativo insular, se encargó de puntuar los 14 proyectos que se presentaron al concurso.

El ganador, en la primera de las citadas categorías, es el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) con un proyecto denominado 'Antroposi' que estudiará cómo afectan las actividades humanas directas a las praderas de posidonia en el Antropoceno. En este caso ponen el foco en los efectos de los emisarios marinos de las depuradoras, como la de Formentera, que desemboca en plena pradera de posidonia en el área de es Racó de s'Oli. El proyecto científico también estudiará el efecto del aumento de la temperatura del mar, debido al cambio climático en lo que afecta a los cambios en los niveles de CO2 que van en aumento con la consiguiente variación del ph del agua. Estos efectos son otra de las principales amenazas que sobrevuelan a las praderas de estas fanerógamas. Iris Hendriks, representante del proyecto, fue la encargada de presentar la propuesta que está dotada con 83.000 ? y que se desarrollará durante dos años con un equipo de científicos y la instalación de una serie de medidores para comprobar, entre otros elementos, los sedimentos y la turbidez del agua. Se trata de conocer al detalle la evolución de la pradera de posidonia para que con los resultados se puedan aplicar soluciones para evitar su progresiva degradación. En los últimos años las praderas de posidonia de Formentera se han reducido entre un 30 y un 40 por ciento, según las zonas.

El proyecto del GEN-GOB

El proyecto del GEN-GOB

El segundo proyecto seleccionado, con 48.000 euros, es para la asociación ecologista de Ibiza y Formentera, GEN-GOB, que realizará un diagnóstico ambiental de las áreas de fondeo de embarcaciones en las zonas protegidas Red Natura 2000, que abarcan todo el litoral de Formentera. Se trata de geolocalizar las zonas donde se producen los impactos más importantes, desarrollar un mapa de usos para estas áreas y determinar la salud ambiental de las praderas. Ambos proyectos se complementan y pretenden profundizar desde distintos ángulos sobre las amenazas que sufre la posidonia para aplicar fórmulas que eviten su degradación.