Los arqueólogos de la empresa ibicenca Posidònia han descubierto una necrópolis romana en una parcela privada del núcleo urbano de Sant Francesc, exactamente en la calle Metge Vicent Riera Ferrer. Este cementerio, que según los primeros estudios data del siglo VII u VIII d.C. , en plena dominación bizantina de Balears, podría constar de hasta doce tumbas reutilizadas que acogen los restos de los miembros de una misma familia, aunque por ahora solo se han excavado cuatro de ellas y se han encontrado siete esqueletos.

El descubrimiento fue realizado a raíz de un seguimiento arqueológico preventivo en un solar donde un particular quiere edificar dos viviendas. Al situarse el terreno dentro de lo que se considera núcleo histórico de Sant Francesc y verse asimismo afectada la zona por el radio de protección de un yacimiento, la ley obliga a realizar este tipo de catas arqueológicas para proteger el posible patrimonio histórico-arqueológico oculto antes de concederse una licencia de obra.

Enterramiento rural

Durante esta pequeña excavación, los arqueólogos de Posidònia, dirigidos por María José Escandell, localizaron cuatro enterramientos que pertenecen a una necrópolis más amplia que se extiende hacia el sudoeste, según explicó ayer Escandell a este diario. Según los primeros indicios, se trata de un cementerio rural situado cerca de la vivienda familiar de unos campesinos «más bien humildes», a tenor de la escasez de objetos que se han recuperado y que formarían el ajuar que acompaña a los difuntos en numerosas culturas y épocas. Así, hasta el momento solo se ha recuperado una jarrita de cerámica a la altura de la cabeza de uno de los cuerpos sepultados.

En cuanto a los restos humanos, Escandell apuntó que han encontrado «diferentes inhumaciones en cada tumba, ya que se reutilizaban para los miembros de la familia que iban falleciendo». Hasta el momento se han localizado los esqueletos de dos enterramientos infantiles y cinco adultos, aunque la cifra podría aumentar según se vayan excavando las diferentes capas de las fosas.

A finales de esta semana se dará por concluida la fase de excavación. Después, los arqueólogos emitirán un informe que debe ser estudiado por la comisión de Arqueología del Consell de Formentera, que ayer visitó el yacimiento. Esta comisión dictaminará qué hacer con la necrópolis. Los esqueletos y demás objetos encontrados, tras ser estudiados por un equipo de antropólogos, serán depositados en el Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera, cuyo director, Benjamín Costa, acompañó ayer a los técnicos de Patrimonio Histórico del Consell en su visita.

Costa apuntó que, a pesar de que «nos encontramos en el principio del principio, en una fase muy temprana del proceso», se puede asegurar que «científicamente, para el conocimiento de la historia de la isla, se trata, sin duda, de un descubrimiento de gran importancia», adelantó.