Pilar Estébanez, médico del Ayuntamiento de Madrid, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Humanitaria (Semhu), fundadora de Médicos del Mundo y, sobre todo, como ella insiste, residente en Formentera, ha sido una de las primeras personas en ofrecer su casa en la isla para acoger a refugiados, igual que lo viene haciendo en su segundo domicilio madrileño. Estébanez manifestó que se siente miembro de la comunidad y que como ciudadana siempre ha pensado que los movimientos cívicos han marcado las iniciativas políticas en este campo. Por eso anima a que sus vecinos adopten la misma postura. Recuerda el exilio republicano español, cuando miles de personas tuvieron que huir de la dictadura franquista y fueron acogidas por Méjico. Pero también advierte de que las instituciones no solo deben canalizar la respuesta ciudadana, movida por las imágenes que llegan de la zona, sino que deben ser ágiles a la hora de gestionar la situación que se planteará después a la hora desde el punto de vista administrativo. A juicio de Estébanez no solo vale prestar ayuda sino que «después habrá que dar una solución a los refugiados». En este asunto se mostró mucho más escéptica en cuanto a resultados.