­Los vecinos de Sant Francesc Xavier celebraron ayer el patrón de su pueblo con los actos religiosos en honor al santo que tuvieron lugar por la tarde en la plaza de la Constitució. El hecho de que no fuera en día festivo marcó la jornada, ya que se mantuvo la actividad habitual, lo que no impidió que numeroso público se congregara por la tarde en la plaza de la Constitució para acompañar a su patrón.

A primera hora de la tarde el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, ofició la misa, cantada por el coro polifónico de la parroquia. Al oficio religioso le siguió la procesión, que fue seguida por numerosos feligreses por las principales calles de la localidad.

Después, los miembros de los grupos de baile folclórico Es Pastorells y Sa Colla, ofrecieron una demostración de ball pagès rodeados de numerosos vecinos, que no dudaron en degustar las obligadas orelletes.

La fiesta con tinuó con la torrada de sobrassada y xulla que prepararon los obreros de la parroquia para no perder la tradición implantada a principios de los años ochenta.

Desde hace dos años la fiesta de Sant Francesc no es festiva y además no coincide con un fin de semana, lo que hace que los actos no sean especialmente relevantes, a lo que se añade que desde hace más de diez años no existe ninguna comisión de fiestas que organice un programa capaz de ilusionar e involucrar a los vecinos.

El conseller insular de fiestas, Sergi Jiménez, animó a que los vecinos de Sant Francesc vuelvan a recuperar la comisión de fiestas, al mismo tiempo que destacó la labor que realiza la asociación gastronómica Es Morter y los obreros de la parroquia para mantener un mínimo programa de fiestas.

Ayer, mientras se asaban las viandas sobre las brasas, los obreros de la parroquia amenizaron la tarde con la actuación de Pep y su acordeón que consiguió hacer bailar a algunas parejas al son de su música de salón.