­La noche más florida volvió a ser el plato fuerte para los noctámbulos que se citaron el pasado sábado en Sant Francesc. La Formentera Flower, que este año ya no se llama Flower Power porque así lo ha solicitado una conocida discoteca de Eivissa, congregó a miles de personas que un año más hicieron pequeña la plaza. Previsor, el Consell había dispuesto baños móviles y potentes equipos de bafles que no solo emitían desde el escenario, sino también por las calles próximas, aunque su potencia era tal que la música se podía escuchar a kilómetros de distancia. Era imposible escaparse de los decibelios de fiesta que los dj´s Javi Box, Gunter Blue y Pharma dispararon a un público que se entregó y bailó hasta pasadas las cuatro de la madrugada.

Ya desde primera hora de la noche la afluencia de público se hizo notar en Sant Francesc y los puestos de feria, los churros y los evocadores caballitos llenaron la calle peatonal de Santa Maria como un preludio de la fiesta que desde las 9 de la noche empezó para deleiete de los más pequeños. La Flower Infantil contaba este año con la animación de Chiclerina, que, pincel en mano, hizo las delicias de los más atrevidos, a los que maquilló la cara con motivos florales y animales.

Todavía en el inicio de la Flower, los locales próximos montaron barra en la puerta, conscientes de que con tal aglomeración la única posibilidad de mantener el negocio era llevar el servicio de bar a la calle. Además, el Consell autorizó a once entidades de la isla a montar su punto de venta de bebidas para recaudar fondos para sus respectivas causas. Trago a trago, los fiesteros fueron alimentando las cajas de agrupaciones dispares, como la de la Virgen de la Cabeza, Espai Dones o la SD Formentera, que tras su ascenso necesita el aliento y el apoyo económico de los suyos.