El arranque de las fiestas de Sant Rafel no congregó al numeroso público que asistía a estos eventos antes del covid, pero supuso una relativa vuelta a la normalidad tras el año pasado, cuando se tuvieron que cancelar todos los actos. La Mostra Artesanal fue el acto inicial el pasado 10 de octubre, donde una quincena de puestos situados junto al centro social reunieron a los vecinos en torno a la artesanía y los juegos tradicionales para niños.
«Más animados que nunca», según el presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Rafel, Vicent Marí, los rafelers salieron a la calle a festejar el primero de los eventos preparados para este mes de octubre. Ha sido un programa más sencillo que otros años, pero suficiente para retomar los actos de un pueblo que echaba de menos sus fiestas.
Entre los puestos, los visitantes podían adquirir prendas y accesorios de lana, cestas fabricadas artesanalmente con cañas o elementos tradicionales elaborados con esparto. Además, se podían comprar productos para comer para recaudar fondos para el viaje de fin de curso de los alumnos del CEIP Sant Rafel, que quieren de viaje a los Pirineos al finalizar este curso.
Los niños que acudieron a la Mostra pudieron disfrutar también de diferentes juegos tradicionales. Una mañana al aire libre en la que mayores y pequeños volvieron a encontrarse a pie de calle.
