Marilina Bonet, concejala de Jesús y representante de la comisión de fiestas, se confiesa una enamorada de su pueblo y de las fiestas en particular. Dicharachera y cercana, asegura no querer permitir que «Jesús sea un pueblo dormitorio», pues se trata de un lugar «lleno de vida».

¿Cuando se comienzan a organizar las fiestas?

Empezamos el día 8 de septiembre a las 12.15 de la noche [ríe]. Cuando terminan las fiestas de este año ya empezamos a pensar qué vamos a hacer para las siguientes. Es un trabajo de todo el año. Además, en la comisión de fiestas no nos limitamos a organizar las fiestas de Jesús, sino que son varios los pequeños eventos que celebramos a lo largo del año.

¿Cómo cuáles?

Como por ejemplo la noche de Hallooween, que hacemos un túnel del terror bastante espeluznante. Luego, el Día de Todos los Santos intentamos mantener un poco la tradición ibicenca de la frita de matanzas y la elaboración de panellets y buñuelos. Además, en Navidad nos ocupamos de la cabalgata de reyes y de diferentes actividades, actuaciones y torradas que dan ambiente navideño al pueblo.

¿Y alguna actividad veraniega?

Si, en julio organizamos la fiesta del agua. La comisión de fiestas nos reunimos constantemente y somos como una pequeña familia.

¿Qué no puede faltar nunca en unas fiestas de Jesús?

Lo que no puede pasar nunca es dejar a una franja de edad, o a alguna asociación, fuera del calendario. Es decir, pensamos en actividades con las que disfruten los más pequeños, los jóvenes y los mayores. Tienen que estar todas las personas y asociaciones representadas, por eso tenemos actividades infantiles, culturales o música para todas las edades.

¿Cuánto duran las fiestas?

Uff [ríe]. Aunque las fiestas y el día grande (hoy, 8 de septiembre) son ahora, nosotros realmente llevamos desde el 24 de agosto, que tuvo lugar la actuación de la Colla de l’Horta, los juegos tradicionales con los niños y una rifa.

¿Juegos tradicionales?

Sí. Intentamos que los niños se alejen por un rato de los móviles, ordenadores y demás pantallas. La idea es irnos atrás en el tiempo y volver a recuperar los juegos con los que antaño jugábamos en la calle.

¿Cual es su actividad favorita de fiestas?

La caminata a s'Estanyol. Es una de las actividades que no puede faltar nunca en el calendario porque nos llena de energía. Quedamos todos en la plaza del pueblo a las 6 de la mañana y nos vamos caminando hasta la playa. Allí esperamos la salida del sol, mientras algunos van preparando las brasas para hacer una torrada de sobrasada, salchichas, panceta... Hay que recuperar fuerzas [ríe]. Luego pasamos la mañana en la playa con actividades como kayak o paddel surf y regresamos andando.

¿Y la favorita de los mayores?

Existen unas citas de juegos de mesa donde los abuelos juegan con los nietos al parchís, al tute, a la manilla, al ramillo... A este tipo de juegos que ahora parece que se está perdiendo.

¿Por qué Paco Pascual de pregonero?

Porque es una persona muy importante para nosotros. Ha sido presidente de la comisión de fiestas durante muchísimos años y pensamos que era la persona indicada para dar el pregón.

¿Qué novedades incorporan las fiestas este año?

Este año, una joven vecina de Jesús que acaba de terminar la carrera de diseño de moda, ha hecho una colección inspirada en la cultura tradicional ibicenca. Con estos diseños hemos organizado un desfile en el Centro Cultural de Jesús.

¿Y el nerd combat?

Sí también. Una especie de simulacro de combate con espadas falsas. Una actividad más encaminada a los jóvenes. ¡Ah! Además volverá a tocar una banda local que se llama Contraband, que este año ha incorporado a una voz femenina, una joven del municipio que vive en Cala Llonga. Eso es una cosa que desde la comisión de fiestas valoramos mucho, el dar cabida a gente del municipio y del pueblo, como por ejemplo con el grupo de música Hostal Pascual, que son chicos que han vivido en Jesús toda la vida.

¿Por qué es necesario seguir haciendo este tipo de fiestas?

Porque me niego a que Jesús sea un pueblo dormitorio, como hay mucha gente que quiere hacer creer. Este es un pueblo con vida. Es un pueblo con muchas asociaciones, con gente que resta tiempo a su familia y amigos para ofrecer talleres artesanales o actividades divertidas e interesantes para todos los vecinos. Las fiestas unen y hacen pueblo.

¿Qué mejoraría de Jesús?

El problema del tráfico es lo que nos tiene un poco asfixiados, pero yo confío en que este pueblo resurja y saque la cabeza cuando las obras de la circunvalación de Santa Eulària estén finalizadas. De esta manera, el tráfico pesado no tendrá que pasar por el centro del pueblo, con lo que reduciremos muchísimo la contaminación.

¿Algún proyecto en mente?

La apertura del Punt Jove. Las obras van viento en popa, aunque nunca suelen acabar en el plazo indicado y no lo hemos podido inaugurar durante las fiestas. Parece que se demoran un par de semanas, así que será una excusa más para celebrar la inauguración de este Punt Jove y de ese pequeño barecito, que dará servicio sobre todo a las mamás y papás que están en el parque mientras los niños juegan. Además de los demandados baños públicos para la plaza.