Una docena de años como párroco de Sant Agustí dan el suficiente bagaje como para conocer a fondo cómo respira un barrio. El párroco Álvaro González,que se estrenaba ayer en esta faceta de pregonero, incidió en su discurso de inicio de las fiestas en esa «sociabilidad» que demuestran los vecinos. González animó a sus vecinos a continuar con esa «alegría» que desprenden, a ser «solidarios» y les recordó que «la unión hace la fuerza», la fuerza que muestra el barrio en muchas de sus participaciones dentro de la parroquia de Sant Agustí.

El párroco celebró que la gente aprovechara las fiestas «para pasarlo bien y disfrutarlas en familia» e invitó a los vecinos de esta isla que «os ha acogido» a que siembren en los niños los valores humanos que han demostrado.

Alvaro González se despidió deseando a los vecinos que la Virgen del Rocío les acompañe en estas fiestas.

La jornada de ayer arrancó con una dosis de tradición local a cargo del grupo folclórico de Sant Jordi para dar paso al pregón de las fiestas. Tras las palabras del párroco llegó el turno del flamenco con la actuación de las alumnas de la asociación de vecinos a cargo de las profesoras Lola Pachón y Mili. La velada la cerró Verónica San Juan con sus ritmos flamencos y canciones populares del repertorio español.

Muchas obras

Muchas obras

Los vecinos de Cala de Bou viven estas fiestas después de un verano «con muchas obras por todos lados» que llevan ya «mucho tiempo», según comentaba Pepe Fénix, de la AAVV de Cala de Bou. «Eso sí, si se hacen para mejorar bienvenidas sean», señalaba. La asociación de vecinos está formada por alrededor de 300 socios.