Los jueves de verano en Sant Miquel están reservados desde hace unos cuantos años al ball pagès, gracias a la actuación que ofrece la Colla de Balansat en el Puig de Missa para mostrar la riqueza del folclore local a residentes y turistas.

Este año, con el objetivo de dinamizar el pueblo los meses de verano desde finales del pasado mes de junio, la colla de la localidad se lanzó a organizar un mercadillo en la plaza de la iglesia, una iniciativa que según el presidente de la agrupación de Sant Miquel, Pere Planells, «ha sido muy positiva» en esta primera temporada.

«Nuestra intención era darle más vida al pueblo y pensamos que los jueves, con motivo del baile que celebramos a media tarde, era una buena oportunidad para hacerlo», comenta Planells.

El mercadillo se ha celebrado de 18 a 22 horas, con varios puestos de artesanos y alguno que vende fruta y verdura, además de distintas actuaciones en directo. «Durante una década se organizó un mercadillo en Sant Miquel de promoción privada y después de cuatro años sin hacerse decidimos organizar uno y unirlo a la actuación de baile que ya hacíamos», comenta Planells.Fiesta del último día

Fiesta del último día

El último día de mercadillo se celebró el jueves y, para esta ocasión, la Colla de Balansat preparó una fiesta de atardecer con el mercado artesanal, la actuación de baile payés, una fiesta infantil con Cachirulo y por la noche la actuación del grupo de música cubana Kandela Mi Son Trio. El colofón a una temporada de verano de un mercado que ha recuperado el pulso del pueblo

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Además, la Colla de Balansat está este año de estreno porque hoy inaugurará un local social que el Ayuntamiento de Sant Joan le ha cedido para poder desarrollar sus actividades, como los cursos de formación de música tradicional, elaboración de cestas o de ropa. «Nuestra idea es seguir ampliando la formación y la actividad cultural», señala Planells, presidente de una colla que la componen medio centenar de personas y que tiene una gran representación infantil. En Sant Miquel se trabaja la cantera y la continuidad del folclore tradicional parece asegurada.