«¡Qué guapa va la Virgen!», se escuchó comentar ayer a algunos parroquianos al paso de la imagen recién coronada de la Mare de Déu de Jesús, que cerró la procesión por las calles adyacentes a la iglesia de Jesús. Acababa de terminar la misa, presidida por el obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, con motivo del día grande de Jesús.

«Ha sido muy bonito y especial el momento de la coronación», valoró Magdalena Manga, una cordobesa residente en el municipio de Ibiza que asiste todos los domingos a la parroquia de Jesús. Como ella, decenas de personas llenaron ayer hasta los topes la iglesia de la localidad. Incluso se tuvieron que colocar sillas supletorias, a pesar de que unos cuantos feligreses prefirieron quedarse fuera al comprobar el sofocante calor que hacía en el interior de la iglesia.

Abanico en mano la concurrencia siguió atentamente la hora y media de celebración religiosa que contó con el acompañamiento habitual de la Colla de l'Horta y el Cor des Pla de Jesús, que estrenó «una misa nueva en el repertorio con motivo de la coronación de la Virgen», según detalló su directora, Clara María Costa.

Durante su homilía, Vicente Juan Segura explicó a los asistentes el significado del rito que iba a tener lugar minutos después, la coronación canónica de la Mare de Déu de Jesús.

Esta celebración, aclaró el párroco de Jesús, Pedro Miguel López, antes de empezar la misa, debería haberse llevado a cabo «hace dos años, con el 550 aniversario del templo, pero no fue posible debido a las obras de rehabilitación».

La coronación canónica de María, una liturgia extraordinaria instituida en el siglo XVII, sólo se practica en lugares donde el culto a la Virgen es sobresaliente. Es una forma pública de honrarla. Esta ceremonia, recordó el obispo, se ha llevado a cabo este año en otro municipio de Ibiza, en Santa Eulària, y hace unos años se realizó en la iglesia de Santa Agnès. La primera coronación en la isla fue la de la Virgen de las Nieves, en la catedral de Ibiza, en octubre de 1955. «Fue un acto apoteósico», comentó.

Durante su intervención, el obispo también tuvo palabras de alabanza para el recién restaurado retablo mayor, la joya pictórica que preside el templo de Jesús y que ayer fue fotografiado en repetidas ocasiones con tabletas y móviles durante la misa.

Palabras para el retablo

Vicente Juan Segura rememoró unas palabras del historiador y sacerdote de Ibiza Isidor Macabich en las que explicaba que «las tres cosas más antiguas que tenía Ibiza eran las murallas de Dalt Vila, la custodia de la catedral y el retablo de Jesús», cuya restauración culminó el pasado mes de marzo.

Poco después llegó el momento cumbre: el rito de la coronación canónica. El obispo de Ibiza, tras pronunciar unas palabras, colocó sobre la cabeza de la talla de la Mare de Déus de Jesús , ubicada en el altar, una corona regia dorada. El párroco de Jesús, Pedro Miguel López, se encargó de asegurarla con tornillos, además de colocar otros dos elementos, una aureola circular rodeando la cabeza de la Virgen y un nimbo en forma de tres rayos de luz en la testa del niño Jesús, que reposa en sus brazos. Todas las piezas «están elaboradas con plata sobredorada en oro», según la información facilitada por la parroquia.

El ritual de coronación de la Virgen, que arrancó los aplausos de los asistentes, se acompañó con la voz de la soprano Ángeles de las Heras, que interpretó el 'Ave María' de Caccini.

Poco antes de finalizar la misa con 'Los Goigs de la Mare de Déu de Jesús', cantados por el coro, intervino el párroco de Jesús. Pedro Miguel López destacó que «este año ha sido muy especial para la parroquia», con la finalización de las obras de restauración de la iglesia y de su retablo y la coronación de la Virgen.

Tras la misa y la procesión alrededor de la iglesia, el protagonismo recayó en la treintena de componentes de la Colla de l'Horta que se congregaron en la plaza de la iglesia para ofrecer la tradicional demostración de ball pagès. Entre las balladores estaba su vicepresidenta, Susi Ribas, que recordó que este año celebran su 40 aniversario. Para conmemorarlo el 1 de noviembre harán «una gran fiesta» a la que animan a asistir a todo el que desee ataviado con el traje pagès.

Centenares de residentes y turistas disfrutaron ayer del programa matutino del día grande, en el que no podía faltar un aperitivo de refrescos y orelletes, que desaparecieron en pocos minutos. Entre el público estaba Maribel Argente, de Sant Rafel, que no quiso perderse la celebración. «Las fiestas de Jesús están muy bien, hay muchas actividades para niños y más diversión que en otros pueblos», aseguró.

A ritmo de 'Despacito'

Como en cualquier fiesta patronal que se precie, el hilo musical del día grande sonó ayer a éxitos musicales veraniegos, como la versión del 'Despacito' que se marcó la Asociación Musical Nuestro Padre Jesús Cautivo para terminar su pasacalles matinal en la plaza de la iglesia. El ritmo contagioso de su música se le pegó a algunas de las autoridades reunidas allí, como al diputado popular en el Parlament balear, Miquel Jerez, que confesó que le habían entrado ganas de bailar al escuchar la popular canción.

Muy cerca de él estaban también el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, y la consejera de Estado María Luisa Cava de Llano, ente otros muchos representantes institucionales.

El desfile de carros por las calles principales de Jesús se llevó a cabo treinta minutos más tarde de lo previsto, debido a que la misa se había alargado media hora más de lo habitual con la ceremonia de coronación de la Virgen.

Las celebraciones continuaron por la tarde con una misa de ofrenda de frutos a la patrona, el concierto de la banda municipal de Santa Eulària y las actuaciones del grupo La 22, de Formentera, y de Toom Pak.