El año pasado por estas fechas comentaba que dos meses después de estrenar la peatonalización de Vara de Rey las sensaciones eran buenas, ¿esas sensaciones siguen siendo iguales, mejores o peores?, ¿la gente le sigue discutiendo la peatonalización?

Las sensaciones en un principio eran buenas pero creo que, con el paso del tiempo, aún han mejorado más. Los cambios al principio siempre son difíciles, pero cuando se hacen para mejorar el espacio público y la calidad de vida de la ciudadanía, tienen su resultado. Habrá personas a las que le pueda gustar más o menos el paseo de Vara de Rey pero es indiscutible que ha mejorado muchísimo con la eliminación del tráfico rodado, como zona de paseo. Además, estamos especialmente orgullosos porque la reforma del paseo está recibiendo menciones especiales en diferentes premios de arquitectura y diseño de ciudades y paisajes.

Estas son sus últimas Festes de la Terra de la legislatura como alcalde, echando la vista atrás ¿de qué se siente más orgulloso en estos años como alcalde?

La ciudad de Ibiza vive un momento de activación en todos los sentidos. Estamos apostando por crear una ciudad para las personas, para las familias, con mejoras en las infraestructuras y, en definitiva, apostando por un municipio más habitable y acogedor. En este sentido, la reforma de Vara de Rey es un proyecto emblemático que resume esa filosofía, pero también hemos alcanzado otros retos que se planteaban al principio de la legislatura y que eran especialmente complejos, como la sustitución del emisario de Talamanca. Diría que me siento orgulloso de todo lo que hemos podido hacer en tres años, hay muchos pequeños y medianos proyectos que han mejorado la ciudad, como el Parc de s´Illa, el desalojo de sa Penya, las infraestructuras sociales que están en camino, los cambios en la zona portuaria, etc. La ciudad está en plena transformación y eso es gracias al trabajo coordinado de un buen equipo.

¿Y en qué cosas cree que se ha equivocado o debería mejorar?

Hablamos con mucha gente y hacemos mucha autocrítica. Es evidente que al poner tantos proyectos en marcha siempre puedes equivocarte en alguno, que no siempre las cosas salen como las tienes pensadas. Reconocimos, por ejemplo, que las pasadas Navidades no colmaron las expectativas de mucha gente, pese a que se había hecho un gran esfuerzo en renovar iluminación, mobiliario urbano, pensar bien las ubicaciones. Por ello, desde el pasado enero estamos ya pensando en las mejoras para las próximas fiestas. Otra cosa que he aprendido es a no anunciar plazos que no están del todo cerrados. Las obras son complejas y en muchas ocasiones se retrasan, así que en esto conviene ser prudente.

Y los vecinos del municipio, ¿qué es lo que más le reclaman como alcalde?

Las reclamaciones han ido cambiando en estos años. Al principio, teníamos una presión enorme por la limpieza. Era la queja recurrente, la situación era insostenible porque la contrata estaba totalmente desfasada y no se adaptaba a las necesidades de la ciudad. Las quejas ahora han bajado bastante y esperamos que sigan bajando porque en unos días reforzamos aún más el servicio de limpieza. Siempre digo que la ciudad aún no está como nos gustaría, pero ahora mismo tenemos más problemas por el incivismo que por la falta de medios. A la gente le gustaría ver más policía en la calle y ojalá la podamos contratar poco, una vez se dejen de aplicar las restricciones impuestas por el Gobierno central.

¿En el año que queda de legislatura qué proyectos esperan materializar o impulsar?

Este año empezaremos con las obras del paseo de ses Figueretes, un proyecto importantísimo para el municipio ya que supone la renovación total de la red de saneamiento y de distribución de agua, y el embellecimiento de una zona turística madura que necesita la reforma para ajustarse al esfuerzo que también están haciendo allí los empresarios turísticos. También tenemos en recta final de tramitación proyectos de gran calado en materia social, como el futuro albergue; cultural, como la Casa de la Música, y urbanísticos, como la reforma de la zona más degradada de sa Penya o la promoción de viviendas de protección oficial de la zona del Paseo Marítimo que desarrollará el Ibavi en un solar municipal. Queda mucho por hacer y no vamos a descansar ni un minuto hasta el final de legislatura.

Siempre se dice que en Ibiza las fiestas no tienen mucho arraigo entre la población, que la gente no se vuelca en las celebraciones, ¿usted qué opina?

Es cierto que al celebrarse en agosto, las fiestas son complicadas para aquella parte de la población que está volcada en su trabajo en la industria turística. Pero estos años hemos comprobado que cuando se programa con calidad la gente responde. Esta misma semana se ha llenado hasta la bandera el aforo para el espectáculo flamenco de Miguel Barranco y en las actividades infantiles el éxito está asegurado. Los conciertos suelen estar llenos, hay buen número de inscritos en las pruebas deportivas ? así que pese a ser agosto y el calor, creo que la gente disfruta y participa activamente de las fiestas.

¿Qué opinión le merecen Medallas de Oro de este año?

El acto de entrega de las Medallas de Oro de la ciudad es el más emotivo del programa, es un día muy emocionante, el máximo reconocimiento que otorga nuestra ciudad a personas y entidades que han realizado una importante tarea en favor de la ciudadanía. Este año reconocemos a una gran profesional y persona, como es Cristina Molina, y la trayectoria de la Cofradía de Pescadores de Ibiza, una entidad imprescindible para defender y preservar la pesca tradicional. Creo que son dos distinciones merecidísimas y que tienen un amplio respaldo social. El trabajo de ambos dignifica este municipio.