«Esperemos que haya para todos, aunque al final siempre falta», aseguraba este jueves Antonio Marí, desde hace años encargado de elaborar la paella popular de las fiestas de es Canar, mientras picaba tomate. Este año se ha retomado esta tradición después de que la parroquia y los colectivos de es Canar decidieran recuperarla. Eran las doce del mediodía y aún quedaban dos horas para preparar las 400 raciones de arroz que iban a servir tras el desfile de carros. En la playa, los artesanos ibicencos exhibían sus creaciones y los turistas paseaban entre los puestos en una mañana muy calurosa a pesar de que el cielo había amanecido encapotado.

A esa hora la mayor parte de los que se habían acercado a disfrutar de la fiesta aún estaban en la capilla asistiendo a la misa oficiada por el obispo, Vicente Juan Segura, y cantada por el coro de Sant Carles.

Tras recibir la bendición, los carros tradicionales y los jinetes participaron en un desfile muy seguido por el público.

Turistas e ibicencos coinciden en que es Canar ha vivido un ambiente tranquilo y agradable estos días. El tiempo nublado ha invitado a los visitantes a pasear. Pocos extranjeros sabían que es Canar celebraba su festividad estos días, por lo que se han visto gratamente sorprendidos ante los distintos eventos y actividades programados.

Loreto Mayol, artesana ibicenca y presidenta de la asociación cultural Es Retorn, constata que este año «han sido muchos los ibicencos que se han acercado y el ambiente ha estado muy animado, aunque la afluencia ha disminuido en relación a otros años porque los turistas están algo dormidos».

Por su parte, Emilio López, conductor de autobús, señala que su empresa «ha trasladado a alrededor de cien turistas cada uno de estos días hasta es Canar». Stephan, dueño de un negocio en la playa, afirma que «cada año mejoran distintos aspectos de las actividades festivas». «El público ha respondido bien y empieza a gastar más», subraya. Francisco Márquez, camarero, percibe también la buena respuesta del público. Sin embargo, coincide con otros trabajadores de la zona en la sensación de que, «en relación a otros años, ha venido menos gente».

La semana ha dejado otros espectáculos como la actuación de Harry James el lunes , un espacio de música en directo el martes y la actuación de ayer de la banda municipal de Santa Eulària. En la medianoche de ayer estaba previsto el lanzamiento del castillo de fuegos artificiales aéreos y acuáticos tras dos horas de música en vivo para poner el punto y final a las fiestas.