Especial Construcción Otoño e Invierno

El Consell de Ibiza da un paso hacia la sostenibilidad y el equilibrio territorial

La Modificación 2 del Plan Territorial Insular impulsa un desarrollo equilibrado con normas hídricas y energéticas estrictas, apoyo a la agricultura y limitaciones al turismo rural

La modificación del PTI prevé la protección de la arquitectura tradicional ibicenca. | VICENT MARÍ

La modificación del PTI prevé la protección de la arquitectura tradicional ibicenca. | VICENT MARÍ

El Consell Insular de Ibiza aprobará en breve y de manera definitiva la Modificación 2 del Plan Territorial Insular (PTI), un documento fundamental para la gestión del territorio de la isla. Este plan, diseñado con una visión integral y consensuada, responde a los retos más inmediatos que enfrenta la isla. Con este nuevo enfoque, se busca conjugar la preservación del entorno con el respeto a los derechos de los propietarios de suelo rústico, a la vez que se ofrecen soluciones prácticas a problemas acuciantes como la gestión del agua, la energía y la presión turística.

Eficiencia hídrica y energética

Uno de los ejes centrales de esta modificación es la eficiencia hídrica, un tema crítico para la isla. El agua, considerado un recurso escaso, debe gestionarse con prudencia, y por ello se introducen nuevas normativas para fomentar un uso responsable. Las nuevas construcciones deberán incorporar sistemas de reutilización de aguas grises para el riego de jardines o usos domésticos. Además, queda prohibido el uso de agua subterránea para llenar piscinas y el mantenimiento de jardines tropicales, optando por especies autóctonas que consumen menos agua. Asimismo, las nuevas viviendas que dependan de acuíferos en mal estado no obtendrán licencia.

Es posible obtener agua potable de la niebla

Imagen de archivo. / Agencias

En el ámbito energético, la normativa también introduce exigencias. Las nuevas construcciones, o aquellas sometidas a rehabilitación integral, deberán cumplir con una calificación energética mínima de C. Cabe destaca que la normativa estatal prevé una calificación mínima de D para el año 2033. Esta medida convierte al PTI de Ibiza en una de las normativas más ambiciosas a nivel nacional en cuanto a eficiencia energética. Además, se simplifican los trámites administrativos para la instalación de placas solares, será suficiente una licencia municipal.

Apoyo al sector agrícola

Otro aspecto clave de esta modificación es el apoyo explícito a la actividad agrícola. Un sector que históricamente ha sustentado la economía de la isla, ha visto cómo grandes fondos de inversión han adquirido terrenos sin preocuparse por el bienestar del territorio ni por su preservación a largo plazo. Frente a esta amenaza, el PTI propone un pacto de custodia del territorio que ofrece a los propietarios incentivos para mantener sus tierras productivas. El objetivo es lograr que el campo vuelva a ser rentable sin depender exclusivamente de ayudas o subvenciones.

Las nuevas construcciones deberán cumplir con una calificación energética mínima de nivel C

Para favorecer este proceso, se elimina parte de la burocracia que dificultaba la transferencia de propiedades agrícolas dentro de las familias. Ahora, más familiares podrán beneficiarse de la segregación de fincas, lo que permitirá que estas sigan en manos locales y continúen siendo productivas.

Cosecha de patata roja en Ibiza

Cosecha de patata roja en Ibiza. / J. A. Riera

Turismo rural

El turismo, uno de los motores económicos de Ibiza, también se ve afectado por esta modificación del PTI, que introduce una regulación más estricta sobre las viviendas rurales y su uso turístico. Actualmente, hay unas 2.400 casas con licencia turística en suelo rústico. La modificación prevé que este número se mantenga estable y limita la posibilidad de que otras once mil viviendas accedan a licencias.

El PTI propone ofrecer incentivos a los propietarios de terrenos productivos para que los mantengan

El alquiler turístico en suelo rústico se reserva ahora a modelos específicos, como las agroestancias y las casas payesas construidas antes de 1956. Esta medida busca proteger el patrimonio arquitectónico y natural de la isla, a la vez que ofrece una fuente de ingresos para los propietarios de bienes patrimoniales o explotaciones agrarias, incentivándolos a mantener y conservar sus propiedades.

Arquitectura tradicional

La arquitectura tradicional ibicenca es otro de los puntos que recibe especial atención en esta modificación del PTI. Además de la posibilidad de alquilar habitaciones turísticas en estas viviendas, siempre que los propietarios residan en ellas, se introducen nuevas medidas de protección. Los catálogos municipales deberán incluir estas construcciones para garantizar su preservación, y en caso de que un municipio no cuente con un catálogo, será el Consell el encargado de supervisar y avalar cualquier intervención sobre estas viviendas.

Estas normativas buscan preservar el patrimonio arquitectónico y proteger la identidad cultural de la isla.

Casa payesa en la zona de Cala d’Hort, en una imagen de archivo. | J. A. RIERA

Casa payesa en la zona de Cala d’Hort, en una imagen de archivo. / J.A. Riera

Aparcamientos disuasorios

Finalmente, la modificación del PTI aborda uno de los problemas más urgentes en términos de movilidad: la necesidad de infraestructuras de aparcamiento. La nueva normativa facilita la creación de aparcamientos disuasorios en suelo rústico, simplificando los trámites para su implantación y eliminando la necesidad de segregaciones. Además, en el caso de aparcamientos públicos en suelo urbano, no será necesaria la declaración de interés general por parte del Consell, aunque se exigirá que estos cuenten con sistemas de energía solar.

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