El camino hacia Na Xamena desde San Miquel en Ibiza es pura naturaleza en vena. El bosque se va adentrando mientras se alcanzan por una buena carretera los 180 metros de desnivel. En lo alto del Parque Natural de es Amunts, Daniel Lipszyc descubrió a principios de los años 50 un paraíso, un lugar todavía por explorar, al que llegó con su hijo Alvar haciéndose paso entre la maleza. Tras el duro camino, la recompensa estaba clara: un paisaje increíble con espectaculares acantilados y una naturaleza salvaje. Se sentó y, tras dedicar unos minutos a contemplar el mar desde la altura, le dijo a su hijo: “Alvar, tenemos la responsabilidad de compartir esto”. Daniel Lipszyc acababa de comprar 150 hectáreas de un terreno, la finca Na Xamena, en el que nadie, salvo él, tendría la osadía de construir un hotel.

Hacienda Na Xamena Ibiza Noviembre

Hacienda Na Xamena Ibiza Noviembre Na Xamena

Arquitecto de profesión, Daniel decidió erigir en Na Xamena, “un hotel de dimensiones humanas que respetara y embelleciera el entorno”, recuerda Alvar, su hijo, actual propietario y gestor de la Hacienda. Han pasado 50 años desde la apertura de aquel sueño, que iba a contracorriente en una época donde solo se abrían hoteles en la playa. Cinco décadas en las que este hotel ha sido durante muchos años el único 5 estrellas de la isla.

Na Xamena Ibiza abre en noviembre por primera vez en 50 años

Este aniversario y la época de altibajos que estamos viviendo desde que el covid llegó a nuestras vidas, son algunos de los motivos por los que Na Xamena ha decidido abrir por primera vez en noviembre. Una vez más, Na Xamena viaja a contracorriente para compartir la aventura de disfrutar de sus espectaculares cascadas suspendidas, el spa, la gastronomía, las acogedoras estancias y, sobre todo, la brutalidad de la naturaleza. De jueves a domingo en noviembre, la hacienda, cuya denominación ya transmite la dimensión humana del hotel, ofrece la oportunidad de conocer la otra Ibiza en un ambiente relajado, con actividades que transportan a otro mundo.

Puesta de sol desde las cascadas suspendidas en Na Xamena Ibiza Na Xamena

Si Daniel Lipszyc fue un visionario al atreverse a construir este lugar en una zona inaccesible hasta aquel momento, su hijo Alvar, cincuenta años después abre la puerta a alargar la temporada en Ibiza, un deseo de muchos negocios e instituciones de la isla, pero una realidad que pocos se atreven a acometer.

Desde las 10 horas de los jueves de este mes de noviembre de 2021 está abierto el spa, donde las vistas acompañan a la infinidad de tratamientos que realizan los profesionales. Además del spa, adentrarse en las cascadas suspendidas con aguas a distintas temperaturas desde donde se contemplan los acantilados, es una experiencia que todo el mundo debería probar al menos una vez en la vida. La práctica de deportes como la natación en la piscina cubierta, bicicleta o andar por los caminos y, por supuesto, el gimnasio, son otras opciones entre muchas para los más activos.

El hotel ofrece sesiones de yoga en noviembre. Na Xamena

A estas experiencias se une el confort del bar con música en directo en algunos momentos donde tomar una copa, leer un libro o compartir una conversación. El ambiente relajado, la ausencia de estrés y la sensación de estar en un paraíso es constante en todas las estancias.

El espectáculo de la naturaleza en Na Xamena

El sábado y el domingo la sorpresa llega muy pronto cuando se abre la ventana de la habitación no solo por el espectáculo que la naturaleza proporciona, el sonido de las olas, sino por la sorpresa musical preparada para los clientes.

Las habitaciones tienen vistas a los espectaculares acantilados de San Miguel, Ibiza Na Xamena

Para continuar, los amantes del yoga tienen la oportunidad de hacer el saludo al sol con vistas al mar y a los acantilados de la zona de es Amunts.

Después de la sesión de yoga o del desayuno llega otra sorpresa preparada por los propietarios de Hacienda Na Xamena: nada más y nada menos que un baño de bosque, una ruta a pie por la montaña para descubrir la naturaleza salvaje del parque natural. Na Xamena tiene una extensión de 150 hectáreas, que en el caso de que el hotel esté al completo, corresponde a una hectárea por huésped. “El verdadero lujo es disponer de este espacio tan enorme”, recalca Alvar.

Un grupo de clientes degustan productos ibicencos tras la excursión al huerto de Na Xamena. S.A.

Si el paseo por la zona sorprende a cada momento por las espectaculares vistas que incluso permiten contemplar el hotel desde las alturas, el final del camino es inolvidable. Los responsables del hotel llevan tres años trabajando en un huerto que ya empieza a dar sus frutos. Y para darlo a conocer, el primer fin de semana de noviembre, un grupo de personas tuvo la oportunidad de degustar una selección de productos ibicencos mientras un varios músicos interpretaba piezas clásicas. Los detalles estaban cuidados hasta el extremo. Tanto que allí estaba el chef Alberto García Pérez, que empezó a trabajar justo en la semana que se decretó el confinamiento causado por el covid, así que aprovechó su tiempo para definir y plantar parte de los productos que hoy utiliza en la cocina del restaurante de la Hacienda. “Todas las semillas son autóctonas, para lograr trasmitir la esencia de dónde venimos”, remarca Alvar.

El huerto proporciona algunos productos al restaurante de Na Xamena Na Xamena

Esa esencia es la que lleva a la cocina con una carta basada en propuestas mediterráneas, auténticas, sabrosas y saludables donde el mercado marca las propuestas diarias junto con platos poco frecuentes en los restaurantes ibicencos como el conejo de campo o el pichón. En noviembre, tras los aperitivos que transportan al comensal al otoño solo con su decoración, algunas de las exquisiteces son carpaccio de gamba cruda ibicenca al natural, flores del momento y bergamota, canelón del ‘Payés’ con pollo payés y porc negre; pescado del día, salvaje, risotto de trufa negra y boletus o pichón relleno de foie y trufa, verduras de invierno y jugo al cardamomo y deliciosos postres como el canelón crujiente de mousse de café de Lavazza Oro, chocolate y leche fresca.

La estancia en Na Xamena es toda una explosión de emociones que los propietarios y gestores del hotel ayudan a descubrir con sensaciones que atrapan los sentidos como la música en momentos clave, la atención exquisita de los trabajadores o la tranquilidad que se respira en todos los espacios. La decoración y las obras de arte colaboran en la creación de una atmósfera relajada y agradable.

El hotel se divide en varios niveles con multitud de espacios. Na Xamena

Precisamente esta sensación de tranquilidad es la que persiguió Daniel Lipszyc cuando proyectó el hotel. "Aunque esté completo, parece que está vacío, ya que es muy amplio y distribuido en varios niveles. Los clientes sienten que están en una finca, no en un hotel grande”, explica Alvar, algo que ayudan a remarcar en todos los espacios, donde por ejemplo, nunca hay más de 10 mesas juntas.

“Aunque el hotel esté completo, parece está vacío, ya que es muy amplio y distribuido en varios niveles. Los clientes sienten que están en una finca, no en un hotel grande”,

Alvar Lipszyc - Propietario Na Xamena Ibiza

Estas características hacen que quien ha estado en Na Xamena, repita. En opinión del propietario la clave está en que cada año, el hotel es capaz de “sorprender y adelantarse a los gustos de los clientes con nuevas propuestas”. La media de edad de quienes eligen este hotel es de 34 años y cada año acude gente más joven que busca la tranquilidad, seguridad, privacidad y disfrutar de la Ibiza natural. Se trata de una clientela variada que en el 80% de los casos viaja en pareja o con su familia. Un tipo de público que miman con una sala de juegos para niños y adolescentes e incluso una sala de cine privada con Netflix, algo que lo valoran mucho las familias.

La naturaleza y las vistas a los acantilados desde Na Xamena son espectaculares. Na Xamena

El cliente muy informado con posibilidades para elegir en todo el mundo, suele reservar directamente a través de la página web en el 65% de los casos y suele hacerlo durante 3 o 4 noches.

La apuesta de abrir Na Xamena Ibiza en noviembre, de viajar a contracorriente, pretende dar a conocer el espacio al turismo más cercano, a los ibicencos que durante el resto de la temporada no tienen tiempo para relajarse en un paraíso como Na Xamena, a los balares, que cada año incrementan su estancia en la Hacienda y al turista de la península o del resto de Europa que busca un lugar diferente donde disfrutar del otoño con un buen clima.

La piscina cubierta, el spa, el gimnasio, las sesiones de yoga son solo algunas de las actividades que propone Na Xamena. Na Xamena

Con muy buena conexión a internet, el teletrabajo es también una opción. De hecho, algunas encuestas posicionan a Ibiza como uno de los lugares más valorados para teletrabajar. Además, el teletrabajo es también el motivo por el que muchos trabajadores optan por tomar cortas vacaciones a lo largo del año y noviembre es un mes ideal.

El ambiente y el clima en noviembre en Ibiza es ideal para el relax y el descanso. Na Xamena

Alvar Lipszyc explica que ‘Viajar a contracorriente’ en noviembre es un riesgo que ha podido tomar porque la gestión de Na Xamena es de su propia empresa familiar donde no hay socios ni fondos de inversión que busquen solo la rentabilidad. Es, además, su apuesta personal por alargar la temporada, una idea que desde las instituciones se insiste mucho.

Como dice el propietario: “es difícil transmitir lo que se siente en Na Xamena, lo mejor es vivirlo y por ello, cuando se vive, los cliente repiten”.

Contacto

+34 971 33 45 00

info@haciendanaxamena-ibiza.com

Na Xamena s/n, San Miguel

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07815, Ibiza, Islas Baleares España