Retirada de posidonia de una playa. | AYTO. SANT JOSEP

La posidonia oceánica ha vuelto a resurgir como una aliada perfecta de la construcción sostenible gracias a sus beneficios como material aislante. Y ha vuelto a resurgir porque desde la antigüedad muchas de las construcciones de la arquitectura tradicional de las Pitiusas ya se utilizaba, tal y como queda patente en el estudio realizado por María Teresa Cachón sobre las casas payesas en las Pitiusas.

En dicho documento, se constata que las viviendas de la antigua Ibiza contaban con una cubierta plana compuesta por varias capas de distintos materiales. Entre estos materiales se encuentran las plantas que conformaban un estrato de unos 10 centímetros de espesor.

Cachón señala que, además de ser un aislante térmico, la posidonia protege los tablones de madera de la humedad de los estratos superiores, además de permitir la evaporación para mantener las demás capas siempre secas.

La posidonia ha vuelto a la construcción con más fuerza al cumplir con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, concretamente con el que hace referencia a la producción y consumo responsables.

Para que pueda actuar de aislante, la posidonia debe someterse a un exhaustivo secado

Uno de los primeros casos de España en los que se utilizó la posidonia para hacer visible una construcción sostenible fue el proyecto de Viviendas de Protección Oficial, en Formentera, impulsado por el Institut Balear de Vivienda (Ibavi) en el marco del proyecto europeo Life.

Para su utilización, la planta marina debe someterse a un secado exhaustivo para poder emplearla en la construcción y que pueda actuar de aislante.

El objetivo, además de aislar del frío y del calor, es visibilizar el valor de esta planta marina protegida y declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, que no es un residuo.

Asimismo, se le suma el hecho de reducir el consumo de energía durante la construcción y la contaminación al tratarse de un elemento propio de las islas y, por tanto, de km0, y al ser un material impregnado con la sal del mar no requiere de ningún tipo de tratamiento biocida ni conservantes.

Con todas estas premisas, la utilización de la posidonia como material de construcción permite reducir la huella ecológica.