El funcionamiento del área de gestión integral de residuos de Ca na Putxa fue el asunto que detalló en la III Jornada Caminos hacia la Sostenibilidad en Ibiza y Formentera Juan Carlos Marín, jefe de obra de la planta de triaje de Ca na Putxa del Consell de Ibiza.

Su ponencia comenzó con las grandes cifras que gestiona esta planta al año, como por ejemplo las 120.000 toneladas de residuos sólidos urbanos, las 20.000 toneladas procedentes de los fangos de la depuradora, las 6.000 toneladas de restos de jardines o las 5.000 toneladas de envases ligeros.

Cada día entran en esta planta 350 toneladas de basura, «que para hacernos una idea equivalen al volumen de 300 coches», dijo gráficamente Marín.

Nueva vida

Nueva vida

De todos estos residuos que se procesan en Ca na Putxa también se obtienen algunos productos que tienen una nueva vida como 2.000 kw/h anuales que se pueden exportar a la red eléctrica; 2,2 millones de metros cúbicos de biogás; 18.000 toneladas de compost, y 15.000 toneladas procedentes de restos reutilizables de plásticos PET; PEAD (polietileno de alta densidad), material que utilizan algunos envases plásticos desechables y restos de aluminios de latas.

Durante su intervención, el jefe de obra de la planta de triaje, detalló cómo se está llevando a cabo el proceso de construcción de la planta de triaje, que comenzó con la excavación de los antiguos residuos (unas 185.000 metros cúbicos) procedentes de los años 60, donde «se encontró, principalmente, materia orgánica y vidrio». Durante esta etapa, también se aprovecharon todos los recursos posibles, por lo que se creó una planta de hormigón, con la que se han fabricado 33.000 metros cúbicos, así como otros productos: gravas, arenas, zahorras y se ha aprovechado el agua de la depuradora.

Durante su intervención, el jueves, en el Club Diario de Ibiza, Marín, explicó con todo detalle el funcionamiento de la planta de triaje, donde en la fase de pretratamiento se recuperan, con una eficacia del 90%, todos los productos denominados valorizables, como por ejemplo, las botellas de plástico, el aluminio, los brics, el papel, el cartón o el acero.

Tras este camino, la materia orgánica y los restos verdes van a la fase de biometanización.

En el siguiente paso, el resto del material pasa a los túneles de compostaje donde se discrimina nuevamente la materia orgánica del polipropileno, un material que está presente en los envases de alimentos, tejidos o film transparente, brics, papel, cartón o acero.

Como novedad, el jefe de obra de la planta de triaje de Ca na Putxa, avanzó que en Ibiza se va a instalar un separador óptico dotado de inteligencia artificial para separar los materiales en función de la calidad. «Esta tecnología permite discriminar el PET de alta calidad para recuperarlo y poder así volver a fabricar este mismo material con las mismas características».

Disminución de emisiones

Disminución de emisiones

Con la entrada en funcionamiento de esta nueva planta de triaje, se evitará lanzar a la atmósfera 14.000 toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones que unos 7.000 vehículos.

Asimismo, con el aprovechamiento del biogás que genera este vertedero, de los procesos de digestión de los lodos y de la recogida de la materia orgánica selectiva se evitará generar 15.000 MW por año que equivale al consumo energético de 3.000 viviendas.