Elecciones 28M

Todo listo para las elecciones en Ibiza, hasta el ‘kit’ en braille

En el sábado de reflexión, operarios de todos los municipios prepararon los colegios electorales para que hoy no falten ni papeletas de todos los partidos ni urnas ni cabinas, ni siquiera el ‘kit’ que necesita un invidente de Cas Serres para emitir su voto

Vídeo de los preparativos en Ibiza para las elecciones del 28M

J.M.L.R

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Usted llegará mañana al colegio electoral que le corresponda y se encontrará todo a punto para que pueda, como cada cuatro años, votar en estos comicios municipales y autonómicos: verá tres urnas en cada mesa y un tablón en la parte frontal que le indica si esa es su sección y si por su apellido puede votar allí, así como papeletas de todos los partidos dispuestas en los casilleros de las cabinas, carteles de pie… Dé las gracias a los cinco operarios de obras y tres administrativos del Consistorio de Ibiza que se encargaron esta mañana, entre las 7 y las 14 horas, de prepararlo todo para que usted pueda ejercer su derecho a votar sin contratiempos.

Al frente de ese equipo, Joana Beltrán, responsable del servicio de atención al ciudadano (SAC) y del padrón de Vila que desde 2019 (año en el que se celebraron tres comicios) se encarga de que no falte ni una papeleta ni una urna en cada mesa electoral.

El viernes (a mediodía) ya cargaron las 156 urnas (tres para cada una de las 52 mesas de los 14 colegios electorales del municipio) en las cuatro furgonetas habilitadas por el Consistorio. Hoy las trasladaron hasta cada colegio electoral de Vila. Las urnas se guardan «bajo llave» y desde los últimos comicios en un almacén del depósito de vehículos del Consistorio, situado en la calle Voluntariat, en el polígono industrial de es Gorg.

156 cajas

Los cinco operarios de mantenimiento de Ibiza llegan a las 7.15 horas a las oficinas del Consistorio en el Cetis, suben en ascensor hasta la cuarta planta y recorren luego un dédalo de pasillos hasta acceder a la Sala 2 (en la que habitualmente se celebran reuniones y cursos pero que en épocas como esta se «bloquea» para usos exclusivamente electorales), donde cargan siete cajas llenas de papeletas en cada carretilla. Tienen para rato, pues hay 156 cajas (mismo número que de urnas: tres para cada mesa, al haber papeletas para el Consell, el Parlament y para las elecciones municipales) amontonadas en filas de hasta cuatro alturas en dos laterales (el largo y el ancho). Tienen que hacer 22 viajes para vaciar la estancia y llenar con ellas las furgonetas.

Al final, en esa Sala 2 del Ayuntamiento en el Cetis sólo quedan, sobre las mesas y por orden (por colegios), los sobres que mañana se entregarán a los presidentes de cada mesa a partir de las 7.30 horas, según Beltrán, que tiene una facilidad asombrosa para recordar cada detalle y cada cifra de este proceso, además de paciencia.

En uno de esos sobres hay un kit especial para que un invidente pueda votar en el colegio electoral de Cas Serres. Está metido dentro de una maleta de cartón en cuyo frontal hay detalles escritos en braille. Ese elector podrá abrir el kit dentro de una cabina, donde podrá escoger, sin que nadie le moleste y sin necesidad de que nadie sea testigo de su elección, la candidatura que desee para el Parlament balear.

Una de las furgonetas, la de mantenimiento (una Peugeot Expert), es la primera cargada: caben dentro 27 cajas de papeletas y varias urnas (precintadas con sellos de la Junta Electoral), que pocos minutos después son trasladadas al colegio Sa Graduada (el que tiene el mayor censo del municipio, con nueve mesas electorales). Es el primer espacio de votación de Vila al que llega todo el material necesario para la jornada de mañana. Debido a las condiciones de la zona de descarga, escogen ese vehículo por ser el más pequeño de todos. Otra de las furgonetas utilizadas para transportar todo el material es la de señalización vial, en cuyo interior las urnas comparten espacio con varias señales de tráfico y pivotes.

Código exclusivo

Cada caja de candidaturas dispone de un código y de un color que la identifica, de manera que sólo puede ir a una determinada mesa de un colegio concreto. El código numérico establece el distrito, la sección y la mesa, mientras que el color (que coincide con el de las papeletas) determina la institución a la que se vota: la caja del Parlament es sepia ; para el Consell de Ibiza es azul; para el municipio, blanca.

Tras Sa Graduada, la comitiva de furgonetas se concentra en el Portal Nou, para, desde allí, ir colegio a colegio, 14 en total, «en caravana»

En Sa Graduada, Joana Beltrán se encarga, desde las 8 horas, de que cada una de esas cajas esté sobre su respectiva mesa (tres en cada una). Además, grapa en los tablones que se instalan al frente de cada mesa los carteles de color rojo que indican la sección y qué apellidos (de la A a la L, o de la M a la Z) corresponden a cada espacio de votación. También pega unos carteles similares, pero más pequeños, en las peanas que se sitúan detrás de cada mesa para que los votantes tengan otra referencia de la urna donde pueden introducir su voto tras identificarse.

De comedor a sala de votación

En apenas media hora queda listo el colegio electoral de Sa Graduada (Beltrán lo fotografía todo para tener la prueba de que cuando salió no faltaba nada), compuesto por dos salas con siete y dos mesas, respectivamente, y en las que hay un total de cinco cabinas (cuatro más una). La sala más grande es la que se utiliza normalmente como comedor y biblioteca del colegio. Actualmente es más amplia, explica Beltrán, que hace cuatro años, pues se ha eliminado un pequeño habitáculo que había en medio. Ahora es una sala diáfana en la que el único rastro de su uso habitual son las mesas y las sillas para los pequeños que hay arrumbadas en una de las esquinas (y las ocho papeleras que hay en otra), varias pizarras y unos diminutos lavabos.

Acabada (en apenas media hora) la instalación, cierran las dos salas. «Nadie puede entrar aquí hasta mañana», avisa Beltrán a los operarios del colegio. Hay un problema: los pintores que adecentan la fachada. Tendrán que comer fuera y, bajo ninguna circunstancia, podrán entrar en ambas estancias.

Tras Sa Graduada, la comitiva de furgonetas cargadas con las papeletas, los carteles y las urnas se concentra en el Portal Nou, que es donde han quedado para, desde allí, ir colegio a colegio (14 en total) «en caravana». La ruta prosigue en Can Ventosa y luego en Sa Bodega, para continuar, por este orden, en Can Misses, Can Cantó, Cas Serres, el Polideportivo municipal de es Viver, el centro social de Platja d’en Bossa, la biblioteca municipal de ses Figueretes, la Escuela Oficial de Turismo, el Centre de Creació Jove C19 y, por último, el MACE, el Museo de Arte Contemporáneo. No tendrán que pasar por el de la Autoritat Portuària, pues ya fue montado el viernes.

27.000 papeletas por cada partido en Vila

El Ayuntamiento recibió las papeletas para el Parlament y el Consell, y se encargó de la impresión de las correspondientes a las elecciones municipales. Estas sufrieron «retrasos», según Joana Beltrán, porque hubo que corregir diversos errores detectados en algunos nombres. Cada caja del Parlament y del Consell contiene o 250 o 500 papeletas, mientras que en las municipales hay «unas 300», aproximadamente «para el 90% del censo». En total, 216.000 papeletas para los ocho partidos que se presentan al Consistorio de Vila, por lo que toca a 27.000 por cada formación, que no son pocas si se tiene en cuenta que en las municipales de 2019 sólo se emitieron alrededor de 16.000 votos en Vila, es decir, que la abstención fue de en torno al 52%, más de la mitad del electorado.

Suscríbete para seguir leyendo