La próxima semana se inician las negociaciones para formalizar un nuevo pacto de izquierdas que gobierne en las principales instituciones de las islas. La hegemonía de los socialistas es incuestionable en esta negociación con Podemos y Més. Por ello, según fuentes socialistas de peso, el PSIB pondrá sobre la mesa de negociación una cuestión irrenunciable: una vicepresidencia que gestione las áreas de Trabajo y de Turismo. Todos los números serán para el número dos de los socialistas, Iago Negueruela.

La presidenta del Govern y vencedora de las elecciones, Francina Armengol, explicaba el pasado martes que era preciso reordenar el Govern y las funciones de las macroconselleries y señalaba que «hay cosas que mejorar». Armengol no nombró a ningún departamento en concreto, pero todas las miradas se dirigieron hacia Turismo que ha gestionado Més en esta legislatura y que para la próxima quieren que sea para ellos. La presidenta sabe que para ello deberá poner a su mejor baza, que no es otra que la de Iago Negueruela. Hay que recordar que el actual conseller de Trabajo fue el que consiguió acordar con la Federación Hotelera de Mallorca la más importante subida salarial de la historia del sector turístico en nuestras islas.

El PSOE quieren paz en el sector y las palabras de ayer de la vicepresidenta y actual consellera de Turismo, Bel Busquets, reafirman a los socialistas para reservarse el área de Turismo: «Los hoteleros son una parte importante del sector turístico pero no deben marcar la política turística del Govern. En un futuro próximo se deberán pactar los nuevos 'Acords pel Canvi' y se decidirán qué políticas llevar a cabo en materia turística».

Una conselleria de Vivienda

Armengol, ayer en la Cadena Ser, anunciaba el inicio de las negociaciones con Més y Podemos a partir de la semana que viene. También reconocía «contactos informales» con las dos formaciones de izquierdas que necesita para formar Govern y asegurarse la investidura.

La líder socialista dio un paso más y ayer avanzó algunas de las cosas que tiene en mente para el nuevo Ejecutivo. Habló de crear una conselleria exclusiva de Vivienda y un observatorio para controlar los precios del alquiler. Se trata de un departamento para atacar de raíz los problemas que tiene este sector en Balears. No se descarta que esta conselleria pueda ser para alguno de sus socios con el objetivo de que tengan una mayor visibilidad al no contar con ninguna vicepresidencia.

Si bien todo está en fase embrionaria y solo se conocen algunos detalles del proyecto de Govern que quiere Armengol para esta legislatura, también se da por hecho que habrá una conselleria específica de Movilidad para dar el impulso que quiere la izquierda al transporte público en las islas.

Estos días, y hasta que finalicen las negociaciones con un nuevo pacto firmado, a Armengol hay que leerla entre líneas. «Tendremos en cuenta la realidad del arco parlamentario que han dictado las urnas», afirmaba la socialista. Ayer, la consellera de Hacienda, Catalina Cladera, se manifestaba en este mismo sentido: «Será el PSIB quien liderará las negociaciones, ya que así lo han dicho las urnas». Todo ello se traduce en que las presidencias del Consell mallorquín, la alcaldía de Palma y por descontado la presidencia del Govern serán para los socialistas. Més y Podemos deberán conformarse con algunas conselleries que intentarán que sean de calado y se visualice su gestión.

El Régimen Especial

Por otra parte, Francina Armengol también habló de la financiación y las relaciones con Madrid. Sabe que este es un tema importante y Pedro Sánchez no puede fallarle para evitar críticas. La presidenta anunció que una de las primera acciones al ser de nuevo investida será reunirse con el Ministerio para impulsar las ayudas del Régimen Especial para Balears (REB).