¿Cuál es la clave para ser la única candidatura socialista que ha obtenido mayoría en Ibiza, además con más votos que en 2015?

Hemos recibido un reconocimiento por nuestro trabajo municipal, aunque a veces no es tan efectivo como uno quisiera. También se nos ha premiado por el esfuerzo invertido en los proyectos que todavía no hemos sacado adelante para acabarlos.

¿Ha conseguido arrebatar una parte del electorado histórico del PP en Sant Josep?

Ya nos pasó en 2015, porque hay un electorado que quiere mantener lo que le gusta. Si hemos sido capaces de gobernar el Ayuntamiento y no nos ha ido mal, la gente que no confiaba en las siglas socialistas se ha formado una opinión buena de nosotros y nos ha favorecido. El PSOE no había tenido implantación en Sant Josep hasta hace unos años, pero hemos conseguido que se nos vote y creo que los vecinos han pensado más en la candidatura que en el partido.

Han estado los últimos cuatro gobernando en minoría sin grandes problemas. ¿Se plantea seguir igual o pactará con Unidas Podemos?

Hemos gobernado en solitario, pero nos hemos sentido respaldados por el grupo Guanyem Podemos. Ahora ya hemos quedado con Unidas Podemos para conversar y pienso que, si no hay grandes exigencias, puede haber un equipo de gobierno conjunto. Esta es la manera de que haya más tranquilidad, porque vas más tranquilo al pleno si cuentas con once votos. Hasta ahora, a veces debíamos negociar antes del pleno y nos rechazaron algunas iniciativas. Además, como nosotros somos ocho, para gobernar un Ayuntamiento como el de Sant Josep se necesita alguien más para controlar algunas de las áreas.

El candidato de Unidas Podemos, Pere Ribas, ya avanzó en la noche electoral que la línea roja para un acuerdo de gobierno era el crecimiento urbanístico, porque no aceptarían la construcción de más viviendas turísticas ni segundas residencias.

Coincido bastante con él. Nos referimos a nuevos crecimientos en suelo urbanizable, a viviendas que no hacen falta para el crecimiento de la población, sino que se va al mercado turístico en forma de alquiler o para acoger amigos que vienen de vacaciones. No tenemos suficiente agua para nuevas urbanizaciones y, además, habría que crecer en infraestructuras. Otra cosa son determinados crecimientos en los núcleos urbanos tradicionales, como Sant Jordi, Sant Josep o Cala de Bou, donde queda completar urbanizaciones, equipamientos y zonas verdes. Pero no queremos nuevos crecimientos que ganen terreno al suelo rústico.

¿Le preocupa gobernar con un Consell de otro color político?

Nadie debería pensar que el hecho de ser de otro color político te debe perjudicar. El Consell debe tratar a todos los ayuntamientos por igual y, de hecho, en estos últimos cuatro años ha impulsado más proyectos en Santa Eulària que en Sant Josep y nadie sospecha que fuera para castigarnos. Quiero pensar que es cuestión de que los proyectos encajen.

En Sant Josep ahora han entrado Ciudadanos, Vox y Ara Eivissa, con lo que serán siete grupos en total. ¿Como van a organizar los plenos?

Todavía no lo hemos planteado, pero es una cuestión que genera dudas. Los plenos se han convertido en un altavoz, porque los medios de comunicación les prestan más atención, y los partidos quieren su protagonismo y ese día todos los grupos quieren aprovechar su intervención. En las comisiones de asuntos de pleno o informativas, donde tienen que estar todos los grupos, se podrían tener todos los debates que haga falta, pero como esas comisiones no son públicas, luego se aprovecha el protagonismo de los plenos. Todos tienen derecho a un tiempo de exposición, así que será inevitable que haya plenos más largos, aunque intentaremos que el reglamento evite que estemos todo el día.

¿Le produce cierta satisfacción que no haya entrado Paquita Ribas [la exteniente de alcalde socialista] después de abandonar el equipo de gobierno que protagonizó?

Pues debo confesar que sí, no le voy a faltar a la verdad. Después de tantos años en el Ayuntamiento, me afectó mucho lo que hizo, porque entendí que iba en mi contra. El hecho de que no haya salido y que yo haya recibido un amplio respaldo, con más votos que en 2015, me satisface, no le voy a engañar. Pero le deseo lo mejor a Paquita Ribas en su vida personal, no tengo nada en contra suya.

Como dirigente socialista, ¿qué debería hacer el partido tras perder Vila, Sant Antoni y el Consell?

Cuando las heridas están abiertas, es mejor esperar qué pasa en el futuro y si hay posibilidades de pacto en algún lado. Es verdad que perdemos poder en el conjunto de Eivissa, de manera que el partido debe llevar a cabo una reflexión importante en su cúpula directiva. Quiero recordar que, después del último congreso, no fui invitado a participar en la dirección del partido y me he mantenido en la ejecutiva insular como representante de la agrupación de Sant Josep. Yo no soy capaz de analizar Vila o Sant Antoni, donde hay resultados que son muy sorprendentes.

¿Se refiere a los resultados de Toni Roldán en Vila?

Me sorprende y no me acabo de creer esos resultados de Vila ni esas diferencias.

¿Se convierte usted ahora en el mejor candidato del PSOE para presentarse al Consell dentro de cuatro años?

Pues ahora mismo, si no recuperamos el poder en otro sitio, el hecho de ser la única institución gobernada por los socialistas y el único miembro del Consell de alcaldes de un color político diferente, te hace destacar.

¿Y le gustaría presentarse al Consell?

En estos momentos, quiero acabar los proyectos pendientes en Sant Josep, por eso renové mi candidatura al Ayuntamiento. Hubo un momento en que me planteé si debía continuar, pero al final decidí seguir. Soy un enamorado de mi municipio y estoy muy comprometido con él, mientras que el ámbito insular me genera mucho respecto. La experiencia se acumula y uno a veces piensa en más territorio, pero, de momento, me siento muy pleno y muy completo trabajando en Sant Josep. Desde pequeño, siempre he querido ser alcalde.

¿Qué prioridades se marca en su nuevo mandato?

En los últimos años han sido el agua y la convivencia, y ahora toca priorizar las infraestructuras para la ciudadanía, como un centro cultural y la ampliación de servicios en Sant Jordi, el paseo en Cala de Bou y la modernización de la administración. A nivel urbanístico, el plan general debe facilitar los equipamientos para la ciudadanía, como zonas verdes, plazas, mejores calles o decoración urbana. Nos faltan todavía suelos para equipamientos porque, históricamente, la gestión urbanística en el municipio ha sido muy nefasta, y nosotros aún no la hemos arreglado, pero lo vamos a conseguir.