Necesita el apoyo de Ciudadanos para gobernar. ¿Qué prefiere: un gobierno en minoría con apoyos puntuales de este partido o un acuerdo para que entre en su equipo de gobierno?

Creo que cuanta más estabilidad tenga el gobierno, mejor. Cuando gobiernas en minoría pierdes tiempo para pactar cuestiones concretas. Hay que gobernar desde el entendimiento, en este caso con Ciudadanos. Y creo que es posible porque tenemos un programa muy similar. Por mi parte, no habrá ningún problema.

Después de sus críticas al funcionamiento del Consell, ¿por dónde hay que empezar a echarle mano para cambiarlo?

Ahora es el momento de pasar de las palabras a los hechos. No existe una fórmula ni varita mágica para que el Consell cambie de repente. Hay que trabajar con criterio y eficacia día a día. Se trata de un proceso de cambio, de modernización, de actitud. Veo un Consell más municipalista, más próximo a los ciudadanos. Tengo un concepto distinto de lo que es ahora el Consell. Mi política estará enfocada hacia los ayuntamientos.

¿Qué actitud ha de cambiar?

La actitud de distanciamiento del Consell. No vive la realidad de Ibiza. Sí lo hacen los ayuntamientos y el Consell se aleja de todo esto, y no es consciente de que es una entidad local también, que debe servir para resolver problemas y no para crearlos. Tenemos la oportunidad de que este cambio de mentalidad, que no sea fiscalizadora como hasta ahora, entre en el Consell. Un problema de un alcalde ha de ser el mismo que el del Consell y cuando el primero propone una solución, el presidente del Consell la debe hacer posible o buscar una alternativa.

Pero el cambio de actitud, ¿debe serlo de los funcionarios o de los políticos?

El Consell tiene una plantilla de funcionarios y técnicos muy buena. Lo que no tenía es una buena dirección ni una buena coordinación interna. Hay que cambiar la forma de trabajar y dirigir. Usando un símil marinero, el Consell era un barco grande sin timón. No será fácil, pero soy testarudo. No habrá un cambio en 24 horas, pero se irá percibiendo. Este es mi objetivo, cambiar de talante, de rumbo.

No va al Consell a hacer amigos.

Puedo decir que no tengo enemigos. No suelo buscar el enfrentamiento, sino el pacto y el diálogo. No me gusta forzar las cosas. El ordeno y mando no funciona. Hay que implicar a la gente y ser uno más, predicando con el ejemplo. Es lo que he hecho siempre.

¿Nombrará consellers no electos, directores insulares?

Tengo claro que debe haber una estructura no muy grande, sino ágil y bien coordinada.Se creará un equipo de trabajo con directores insulares.

¿Cuántos consellers habrá en su gobierno?

Con seis o siete se puede crear una estructura perfecta de trabajo. No hacen falta más, con algunos directores insulares.

¿Cuántos?

No lo he pensado. Durante la campaña sólo quería pensar en ganar las elecciones.

¿Y usted asumirá un área de gestión concreta o se dedicará a ejercer sólo de presidente?

No lo descarto. Probablemente.

¿Reserva sólo una conselleria para Ciudadanos?

Hay que hablarlo. Todos somos conscientes de la representatividad obtenida y tenemos que entendernos. Supongo que no habrá problemas con esta cuestión?

¿Cuántos días más seguirá en vigor la modificación del PTI aprobada recientemente?

Hay que ver primero en qué estado de tramitación se encuentra. No conozco los detalles. Será una de las primeras cuestiones que abordaremos y nuestro compromiso es el de aprobar una modificación del PTI, conociendo primero el diagnóstico de la situación actual, que ya debería estar hecho. Con base en ello, y tras sentarnos con todos los sectores involucrados, intentaremos lograr un amplio consenso para que el PTI no se cambie cada cuatro años.

¿Pero derogarán lo aprobado recientemente mientras buscan este consenso?

Hay que ver cómo podemos actuar. No es sólo el PTI, la nueva ley agraria también nos condiciona mucho. Hay que plantear cuáles son las soluciones técnicas? Este PTI, tal como lo han aprobado [PSOE y Podemos], no es el que quieren los ibicencos. Lo hemos dicho en campaña y lo derogaremos. La voluntad política es hacer un PTI consensuado.

Usted también ha utilizado mucho el problema de la vivienda en campaña. ¿Qué es lo primero que va a hacer para tratar de solucionarlo?

A ver, hará falta que desde el Parlament se habiliten, a través de leyes o decretos, opciones legales para llevar a cabo determinadas actuaciones. También, a través de la competencia de ordenación territorial del Consell, se debe agilizar la tramitación de los planeamientos urbanísticos municipales, que no puede ser eterna, para que la construcción de vivienda sea posible. Y se pueden arbitrar fórmulas para que la construcción de viviendas sociales sea una realidad y no sólo promesas. En una legislatura hay tiempo suficiente para impulsar diversas promociones.

¿Piensa que con la construcción de viviendas sociales se solucionará el problema?

No, hay que perseguir el intrusismo. Esto ha de ser lo primero. Hay que trabajar desde el primer momento contra la competencia desleal de pisos turísticos. También hay que animar a los propietarios de viviendas a que las pongan en el mercado residencial.

¿Y esto cómo se hace?

Con incentivos fiscales, legales, que tampoco son competencias directas del Consell. Se han de plantear a nivel autonómico, por lo que nos tendremos que entender. Si todos queremos resolver el problema de la vivienda, habrá que trabajar codo con codo y dejar de lado los intereses partidistas o ideológicos. No creo que nos boicoteen en este asunto.

También ha utilizado en campaña la demora del Consell en el pago de subvenciones a entidades sociales. ¿Qué va a hacer para revertir la situación?

Primero, hay que acabar con la burocracia. Si hay una serie de entidades que prestan un servicio imprescindible para los más débiles, y que debería ofrecer la Administración, no se puede encima dejar de pagarlo. Se han de agilizar todos los procedimientos y si un trabajador cobra su nómina cada mes, una entidad que presta un servicio también ha de cobrar de forma regular y no cada dos años. Es una aberración. El presupuesto debe cubrir nominalmente estos servicios. Ha habido una falta de previsión, de conocimiento de cómo funciona la Administración. Hay mucho margen de mejora.

Después de tantos años reivindicando al Consell la segunda fase del Palacio de Congresos, ahora ya depende de usted.

Efectivamente. Siempre me he quejado de que el Consell no considere la segunda fase del Palacio de Congresos una obra necesaria para la isla. Tengo envidia de Mallorca porque lo consiguió y aquí, en cambio, siempre se ha cuestionado por razones políticas. Cuando no había dinero, aunque gobernaba el PP, no se podía hacer y ahora hemos pasado una legislatura en blanco. Lo que más me sorprende es que se anunciara la construcción de auditorios en otros municipios [en Vila con capacidad para 1.000 personas] sin tener en cuenta la infraestructura existente en Santa Eulària.

¿Se impulsará ahora?

Pondremos las bases, y creo que es posible y necesario para Eivissa. Supondrá un paso cualitativo muy importante para el turismo. Antes del Palacio de Congresos [la primera fase] no existía este mercado [de congresos]. Desde entonces todos los hoteles se han modernizado para acoger este tipo de turismo y está siendo un éxito. El Palacio de Congresos se ha quedado pequeño. No tenemos una infraestructura de entidad en la isla para atraer grandes eventos con miles de personas.

¿El Consell tiene suficiente capacidad económica para sacar adelante este proyecto?

Siempre he creído que tiene que haber una participación local, insular y autonómica. Sólo pido para Eivissa lo mismo que se ha hecho en Mallorca. Creo que es de justicia que los ibicencos reclamemos lo que otros, que empezaron más tarde que nosotros, han conseguido. Fuimos los primeros, pero nos hemos quedado atrás. Esto tiene que cambiar.

¿Y cómo cambiará?

Pondremos sobre la mesa todos los elementos necesarios para reclamar lo que necesitamos y nos merecemos. También seré diputado en el Parlament, algo que se cuestionaba [la dirección regional de su partido rechazaba que el candidato al Consell fuera también en la lista al Parlament]. El presidente del Consell ha de estar en el Parlament, que es el centro de decisión del Govern. Si no estás, te ignoran. Y si estás, puedes ser reivindicativo, insistente? es necesario. Es una de las funciones más importantes de un presidente del Consell.

Si la dirección regional de su partido ya se lo ha puesto difícil, ¿qué espera de un Govern balear

Lo que tengo claro es que nada será fácil. Será una legislatura compleja y complicada, pero no haremos reivindicaciones imposibles. Somos gente sensata, humilde que queremos lo mejor para los ibicencos. Y el Govern ha de atender las necesidades de los ibicencos. No se puede poner de espaldas, sería un error histórico. Eivissa no puede ser maltratada por el hecho de que los ciudadanos hayan elegido que su gobierno insular sea de una ideología distinta. Quizá puedo ser ingenuo, pero creo firmemente en la colaboración institucional. Hay que trabajar conjuntamente desde el sentido común, no desde las ideologías.

¿Y Sant Josep pagará el hecho de que sea el único Ayuntamiento de izquierdas en la isla?

Todo lo contrario, y se verá. Lo tengo claro. No notará ningún trato diferente en comparación con el resto de ayuntamientos por una cuestión ideológica. Y si en algún momento lo percibe, Pep Agustinet [el alcalde socialista] me lo dirá. Y lo que haga para unos lo haré para todos. Quiero demostrar que se puede gobernar para todo el mundo, por encima de siglas. Es lo que he hecho durante 12 años en Santa Eulària.

¿Se ha acabado la etapa política de Biel Company, presidente regional del PP?

Caray, no soy yo quien deba responder a esta pregunta. No se han conseguido los resultados que se esperaban a nivel autonómico. No es una cuestión de personas, sino de mensaje. Se ha visto que la manera de trabajar en Eivissa era la adecuada y que este es el modelo en el que habrá de basarse la política [del PP] en Balears. Se ha visto que teníamos razón. No querían que el candidato del Consell fuera a la lista del Parlament. Insistimos, aceptaron pero en vez de ir en el número 1 de la lista, optamos por el 5. Tuvimos que hacerlo entender pero no fueron las formas adecuadas. Si Eivissa plantea algo, se debe respetar. Tenemos suficiente entidad para que nos tengan en cuenta.

Pero la dirección regional del PP claudicó con la condición de que usted debía elegir, tras las elecciones, entre estar en el Consell o en el Parlament.

No tengo claro que se dijera esto. Puede ser que lo haya dicho el partido, pero no en Ibiza. Y en Ibiza cuenta lo que diga el partido en Eivissa. Hay respeto hacia el PP autonómico y colaboración pero lo ibicencos tenemos un criterio, sabemos cómo hacer las cosas y nos tienen que respetar. Nosotros no imponemos nada, pero queremos que nos tengan en cuenta. Hemos sido leales y seguiremos siéndolo, pero no aceptaremos imposiciones de nadie, ni de otros partidos ni del nuestro.

¿No renunciará pues a su escaño en el Parlament balear?

No, no. Sería ir en contra de lo que creo que tiene que ser un Consell de Ibiza, que es tener una voz clara y contundente en Mallorca. Estoy de acuerdo en que una persona tenga sólo un sueldo. Si fuera posible coger un coche y plantarnos en media hora o en una hora en el Govern quizá esta cuestión no sería tan importante. Pero ir a hacer una gestión a Palma significa perder el día entero. Quizá el hecho de que no haya encabezado la lista al Parlament ha provocado que haya una diferencia de 3.000 votos [menos] con respecto al Consell.

¿Atribuye esta diferencia a un voto de castigo a Company por esta cuestión?

No quiero relacionarlo directamente, ni mucho menos. Pero estoy seguro de que no ha beneficiado. Y eso que teníamos a un magnífico candidato, Antoni Costa, y una muy buena lista para hacer un buen trabajo en Mallorca.

¿Le reprocha a Company lo sucedido en torno a este asunto?

En política la lucha es diaria. Pero si uno está convencido de lo que quiere, acaba ganando. Y no hay que ser conformistas. Nosotros nos arriesgamos porque creíamos en ello y era una cuestión unánime de ámbito insular. Cuando vamos unidos? El resultado de estas elecciones se deben en parte a la unidad que ha demostrado el partido. Hemos sido una piña. Y hacía tiempo que no había el buen ambiente de ahora, gracias al trabajo de José Vicente Marí Bosó. Esta es la clave de la victoria.