Después de la calma posterior a la tormenta interna que ha padecido Ciudadanos en sus primeros meses de vida en Ibiza, el partido naranja centró ayer de nuevo la atención en el acto principal de su campaña en la isla, en el que intervino como invitado estrella el eurodiputado Javier Nart. Unas 70 personas acudieron al mitin celebrado en el Aparthotel Blau Park de Sant Antoni, en el que el abogado, político y comunicador arremetió contra el nacionalismo, la imposición en Ibiza del «catalán oficial de Cataluña» y la inmunidad que tienen «los jeques árabes» que arrasan las praderas de posidonia» con las anclas de sus megayates y «no dejan dormir a los vecinos de Ibiza con sus festejos».

Nart empezó su relato recordando a «los 15 locos o frikis», entre ellos el diputado balear por Ciudadanos Xavier Pericay, presente en el acto, que impulsaron hace unos años en Barcelona lo que hoy es Ciudadanos para contradecir «la verdad nacionalista intocable» que también «se padece en Ibiza», según dijo Nart.

Abierto el melón de la lengua, el eurodiputado señaló que en Ibiza se habla «una formulación lingüística propia como consecuencia de la insularidad». «No es buena ni mala..., pero [desde los postulados nacionalistas] se formula la necesaria implantación del catalán unificado, el catalán oficial de Cataluña y bajo este planteamiento de la defensa del catalán se destruye lo propio», lanzó Nart.

Aparte de resaltar que los llamados Països Catalans «no han existido nunca» y que al defender su legitimidad «no solo se va en contra de la historia sino también se falta al respeto de la gente», el polifacético político planteó la existencia de una hipotética amenaza sobre el uso del castellano en las islas. «Si en Balears las lenguas de comunicación de la calle, de las personas, son las que son, tienen que ser las que son.

Pero eso resulta que es un ataque a la lengua, según se dice. Y yo pregunto: ¿a cuál? O es que los que hablan castellano son mal nacidos o es que solamente los que usan cualquiera de las modalidades que se hablan en Balears son los puros y buenos», subrayó Nart, que agregó: «La palabra no es bandera, es una herramienta que sirve para entendernos, no para marcar diferencias».

Aparcado el discurso de la lengua, que no causó mucho entusiasmo, el eurodiputado se adentró en un asunto mucho más entretenido, aderezado además con su gusto por la música de los Beatles y de AC DC e incluso de Pamela Anderson, «los clásicos de toda la vida». Nart recordó aquel episodio protagonizado por la banda de Liverpool cuando colapsó una calle de Londres al ofrecer un concierto desde la terraza de un edificio y que, por mucho que fueran los Beatles, la policía les obligó a parar e ir con la música a otra parte donde no causaran molestias a los vecinos. El político de Ciudadanos puso este ejemplo para contraponer lo que sucede en Sant Antoni, donde se montan «espectáculos»

(«los turistas borrachos orinan en los portales o un señor se lleva a una moza o viceversa y organizan una particular intercomunicación en la calle», describió) sin que las autoridades actúen para evitarlo. Es más, resaltó que «las autoridades de Sant Antoni tienen un respeto absoluto a quienes tienen los negocios y en consecuencia aquí no se hace absolutamente nada».

Justo en este punto Nart abordó la cuestión de los jeques árabes que montan festejos toda la noche y «la policía dice que no puede hacer nada porque tienen inmunidad diplomática». «Es mentira», recalcó Nart, quien aprovechó para dar otra lección de historia sobre la Convención de Viena de 1955. En resumen, cuando la policía, según el eurodiputado, «dice que no puede, es que no quiere, pero no porque tenga un interés especial en ello». «Hay intereses económicos, los mismos que significan que una discoteca se cierre cuando supera el límite de ruidos o el horario, ¿pero en qué mes? En octubre, como tiene que ser», se autorrespondió tirando de ironía.«¿Es casualidad o causalidad?», añadió.

Todo esto, dijo Nart, son casos de «microcorrupción» que «afectan a la vida de todos» y destacó que está en manos de los ciudadanos, precisamente con su voto, ponerle remedio. «Si dejan que las cosas pasen, no se quejen», resaltó.

Polémica con la Casa Real

Tampoco pasó por alto el caso del megayate de otro jeque árabe que arrasó con la posidonia en aguas de Formentera, cuya imagen llegó a sus manos cuando se le encargó que presentara una querella. Recordó que «la Casa Real intervino para que no pasara nada», pero dio con más dureza al Consell. «Lo que era un delito ecológico bochornoso, el cabildo o como se llame de Formentera miró para otro lado».

No finalizó su intervención sin soltar otra perla, la de que no cree en líderes, y lo dijo dando la espalda a una imagen del candidato a la presidencia del Gobierno de su partido, Albert Rivera, omnipresente gráficamente en todos los actos de Ciudadanos.

También intervinieron la candidata al Senado por las Pitiüses, Irene Torres, quien se ve ganadora, y los números 1 y 4 de la lista balear naranja al Congreso, Fernando Navarro y Maite Planells, quien dijo estar «harta» de que no se ponga solución a los problemas que afectan a la isla. «Ya está bien con lo que tenemos, os lo digo por experiencia», subrayó, en referencia a su pasado reciente en el PP.