Vox atribuyó ayer «el hundimiento» del PP en las pasadas elecciones legislativas a su «histórico complejo de inferioridad ante el pancatalanismo y una izquierda cada vez más radical».

Según informó el partido en un comunicado, el «enemigo» de Vox y de España son «las políticas de la presidenta del Govern, Francina Armengol», que «cada vez están más entregadas al nacionalismo y a la ultraizquierda».

«Vox no consentirá el menosprecio a nuestros casi 60.000 votantes baleares y los insultos desde un PP que no ha sabido retener la confianza de sus antiguos votantes», señaló la formación. Asimismo, aseguran que «Vox no ha aparecido para destruir al PP, sino para representar a un amplio sector de la población huérfana de referentes políticos», y apuntan que «los resultados demuestran que Vox son la solución a cuatro décadas de deriva catalanista y progre del PP».

«El PP es el pasado, Vox el futuro», afirman. Dicen, además, que no consentirán «los insultos de ultraderecha desde un PP que no ha sabido retener la confianza de sus antiguos votantes», el mismo partido que dos días antes del 28-A ofrecía a Vox participar de un gobierno constitucionalista».