Los españoles no destacan por sus conocimientos en finanzas. Lo dicen diversos estudios, como el que publica PISA, el programa internacional para la evaluación de estudiantes es un estudio llevado a cabo por la OCDE, que mide el rendimiento académico de los alumnos cuando llegan al final de la etapa de enseñanza obligatoria (entre los 13 y los 15 años). El último informe PISA sobre conocimientos financieros, publicado en mayo de 2020, sitúa a España en la décima posición, de los 15 países revisados. 

Más recientemente, la asociación de asesores financieros EFPA España ha publicado una evaluación del nivel de educación financiera de los españoles, que sacan una nota global de 4,5 sobre 10. Para los asesores financieros, las características de los productos de ahorro e inversión son las cuestiones que mejor conocen los clientes particulares, por delante de todos aquellos relacionados con datos macroeconómicos como pueden ser la inflación, la prima de riesgo o el euríbor, así como los relativos con la planificación fiscal y la realización de presupuestos personales.

 Aspectos económicos cotidianos se les resisten a la población española y la formación que se recibe, tanto en el hogar como en los centros educativos, tiene una parte de la responsabilidad. Sin embargo, en España existe también un aspecto cultural que "pesa bastante", según explica Elisabet Ruiz-Dotras, doctora en Economía y profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). "No nos gusta hablar de dinero", incide.

En opinión de esta experta, persisten todavía ciertos prejuicios asociados a la cultura financiera, "ya sea por situaciones por ejemplo de guerra o posguerra o incluso a través de las religiones", que condicionan la percepción del dinero y de la economía. "Se ha trasladado el pensamiento de que el dinero es malo, de que los ricos son avariciosos... pero todo depende de la persona, no del dinero que tenga", matiza.

Estas afirmaciones se reflejan en los datos del análisis llevado a cabo por Younited, plataforma europea de crédito online: el 51% de los españoles opina que el dinero es un tema privado sobre el que prefiere no hablar abiertamente. Esta sensación se acentúa en el 5% de los encuestados, que manifiesta sentirse "avergonzado" con estos temas. 

Tampoco la privacidad y la confianza del núcleo familiar lo hace más sencillo para el 23% de los españoles, que ni siquiera habla abiertamente de finanzas con sus parejas, según otro informe elaborado por Intrum. Y muestra además un componente de género, ya que las mujeres tienen mayor predisposición que los hombres a abordar estos temas: al 26% de ellos les cuesta abordar asuntos cotidianos como los gastos o el presupuesto con su pareja, frente al 21% de las españolas.

También los jóvenes

Las barreras debidas a vivencias como las que cita la profesora de la UOC puede que se manifiesten de forma directa en las generaciones de más edad, pero el tabú alrededor del dinero y su gestión también está presente entre los jóvenes: hasta un 60% de los menores de 40 años entrevistados por Younited afirma que no se debe hablar de finanzas en público. 

"En muchos chavales lo que vemos es que piensan que el dinero es malo y que quien tiene mucho dinero es mala persona. Y hablar de dinero no está bien, no es correcto. Sí es cierto que en la cultura española hay un componente claro de rechazo al dinero y de desconocimiento", comenta Fernando Sánchez de Bernardo, coordinador de ValueKids, la pata infantil de Value School, iniciativa que ha creado el gestor de fondos Francisco García Paramés para promover la cultura financiera, la inversión y el ahorro. 

España tiene aún hay un largo camino por recorrer hasta normalizar la educación financiera. Únicamente tres de cada 10 españoles consideran que es bueno hablar de sus finanzas y compartir sus experiencias relacionadas con los préstamos, y solo uno de cada 10 siente confianza para hablar de ello con total normalidad, indica el estudio de Younited.  

Ante esta situación Ruiz-Dotras asegura que "es importante hablar en positivo del dinero". En este sentido, la economista hace hincapié en la utilidad de transmitir la idea de que el dinero "al final solo es un medio que te permite adquirir cosas y tener un estilo de vida, pero no es la finalidad. te puede dar un estilo de vida cómodo que te ayude, pero ser feliz no implica necesariamente riqueza".

A su vez, Pablo Ripol, CMO de Younited para España y Portugal, advierte de que la falta de educación financiera "perjudica directamente" a la economía de los consumidores y plantea la necesidad de "promover una comunicación clara, responsable y transparente sobre productos financieros es una actitud básica que deben exigir a todas las entidades financieras". 

Teniendo en cuenta que, según otra encuesta de Adicae, el 81% de los ciudadanos reconoce haber firmado un contrato sin entenderlo correctamente y que cuatro de cada 10, "no entienden las comunicaciones que les remite su entidad bancaria", aplicarse en entender más sobre economía y finanzas puede marcar la diferencia entre una buena y una mala salud financiera. "Es fundamental para que los usuarios entiendan bien los productos que contratan, eviten involucrarse con productos perjudiciales y aprendan a utilizar el préstamo como una herramienta más de gestión económica", añade Ripol.