Proyectos
Prosolia, la empresa alicantina que suministra energía verde a Stellantis
La compañía de producción de electricidad prevé invertir 300 millones de euros en nuevos activos el próximo año tras la entrada en su accionariado del fondo francés InfraVia
En un sector como el de las energías limpias, no es muy habitual encontrar compañías que ya superan las dos décadas de trayectoria. Sobre todo tras la debacle que originó el cambio en el esquema de retribución de las renovables a partir de 2010, que llevó a la ruina a muchas firmas del sector y paralizó numerosos proyectos.
La alicantina Prosolia, nacida en 2003, es una de las pocas supervivientes de aquella primera hornada, gracias a que tuvo la valentía de salir al exterior en pleno boom del sector en España -llegó a tener sedes hasta en Japón- y, más tarde, a la decisión de sus responsables de invertir solo en proyectos "que fueran viables por sí solos, sin depender de las subvenciones públicas", como recalca su CEO, Javier Martínez.
Una estrategia que en los últimos años le ha valido la confianza de clientes como la multinacional Atlantic Copper, Mercadona, Ford, Huf y el que se ha convertido en su cliente estrella, el grupo de automoción Stellantis, para el que ya ha trabajado en sendos proyectos para descarbonizar sus plantas de Vigo (Citroen, Peugeot) y Figueruelas (Opel) y tiene en cartera varias actuaciones más en otras factorías de la compañía en toda Europa.
En el caso de la planta gallega, Prosolia ha desarrollado la mayor instalación de autoconsumo solar fotovoltaico sobre cubierta de España, un proyecto de 12 millones de euros de inversión, según se anunció en su día. Por su parte, en la planta aragonesa la compañía ha proyectado una novedosa planta con tecnología híbrida, que combina un huerto solar con la instalación de aerogeneradores, para conseguir un suministro más estable. El primero de estos molinos se puso en funcionamiento el pasado 9 de diciembre en lo que supone todo un hito dentro de la industria.
Se prevé que, una vez completado, la planta de Opel pueda cubrir hasta el 80% de sus necesidades de energía gracias a los 27,6 megavatios que aportarán todos los paneles solares y los 30,8 megavatios de generación eólica. Una iniciativa que se encuadra dentro de los planes de futuro de Stellantis para descarbonizar su producción a nivel mundial.
En propiedad
En ambos casos, la propiedad de las instalaciones de producción es de Prosolia, que suministra la electricidad a la multinacional mediante un acuerdo a largo plazo (PPA, en el argot del sector). Una estructura que refleja el último cambio de estrategia de la compañía alicantina, que ha pasado de ser un simple instalador que construía proyectos llave en mano para terceros, a lo que se denomina en el negocio un productor independiente de energía (PPI).
Es decir, como explica Martínez, su hoja de ruta pasa por que la venta de electricidad aporte cada vez un mayor porcentaje de los ingresos de la compañía, ya sea mediante PPA con clientes particulares o con la venta de la energía a la red. El año pasado, la firma cerró con una facturación consolidada de 35,3 millones de euros, el 14% más, de los que más de siete millones procedieron de la venta de electricidad, una cifra que prevén que este año llegue hasta los 11 millones. Unos resultados que también han incrementado considerablemente sus previsiones de inversión, para lograr la cartera de activos que genere esos ingresos. Así, frente a los alrededor de 80 millones invertidos en este ejercicio, Prosolia prevé destinar a este fin alrededor de 300 millones de euros en 2025.
Esta necesidad es la que ha llevado a la compañía a aliarse con el fondo francés InfraVia, que en noviembre adquirió una participación mayoritaria en la firma, aunque serán sus actuales responsables los que sigan al frente de la misma.
3,7 gigas en proyecto
En la actualidad, la empresa ya gestiona una cartera de aproximadamente 343 megavatios en proyectos operativos o en construcción, al tiempo que tiene en diversas fases de desarrollo otros 3,7 gigas, según apunta su CEO. Dentro de esta estrategia, la firma ha decidido focalizar sus esfuerzos en cinco mercados concretos -España, Portugal, Italia, Francia y Alemania-, por el conocimiento que tienen de los mismos y también porque son los que consideran más rentables. Y es que, si algo tiene claro Martínez, es que "los proyectos tienen que ser competitivos", es decir, rentables.
Para ello proponen incluso acuerdos a tres bandas, como el que han armado para Atlantic Copper, que les permite suministrar energía a un precio estable a lo largo de todo el día, con independencia del ciclo solar.
Por lo que respecta a las previsiones de futuro, Martínez reconoce que les gustaría formar parte también del proyecto de gigafactoría que han anunciado CATL y Stellantis en Zaragoza, dada la relación que mantienen con la firma de automoción, aunque el ejecutivo asegura que de momento "no hay nada" sobre la mesa ni ningún tipo de negociación.
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