ACCESO A LA VIVIENDA

Apoyo y tutela a corto y largo plazo: las dos propuestas para acabar con el sinhogarismo en España

Hay alrededor de 28.500 personas que no tienen hogar, que proveérselo supondría una inversión de 1.200 millones

Para solucionarlo, las entidades del tercer sector diferencian entre dos tipos de sinhogarismo dependiendo el tiempo que lleven en esa situación

Acción celebrada en Barcelona para visibilizar al colectivo de personas sin hogar.

Acción celebrada en Barcelona para visibilizar al colectivo de personas sin hogar. / David Zorr

Gabriel Santamarina

En España hay 28.552 personas que no disponen de un hogar, un 25% más que en 2012, según la encuesta publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado año. En su mayoría, son hombres, alrededor del 77%, aunque la cifra de mujeres ha aumentado cerca de un 20% en los últimos diez años. Este mal endémico de la sociedad afecta a todos por igual, en todos los rangos de edad y en todas las nacionalidades, española o extranjera, aunque los datos que se manejan para tratarlo tienen únicamente en cuenta a aquellos que reciben atención en centros asistenciales.

Para solucionar este problema, las entidades del tercer sector y las ONG's proponen diferenciar en dos líneas de actuaciónHousing First y Housing Led. En ambas, la vivienda es el centro de la ayuda a la persona en situación de sinhogarismo, y están actualmente en funcionamiento, cosechando éxitos notables, según el informe '¿Es lo mismo una casa que un hogar?', elaborado e impulsado por la firma de consultoría internacional EY. El Housing Led está centrado únicamente en personas que están por primera vez en una situación así, ofreciéndole una vivienda compartida y apoyo de forma temporal, mientras que el Housing First ataca justo el segmento contrario, el más vulnerable, aquellos individuos que viven en la calle, en una situación de emergencia, y necesitan una casa individual y un apoyo a largo plazo.

Uno de los planes pioneros en España comenzó en España en 2014, el Programa Hábitat, impulsado por la organización sin ánimo de lucro Hogar Sí. Este programa se llevó a cabo con 152 personas, todas con problemas de salud mental, adicciones o discapacidad. Los resultados obtenidos fueron positivos: se redujeron los ingresos procedentes de la mendicidad y la victimización y discriminación.

Solución al problema, con números

Según el informe de EY, colocando a tres personas sinhogar en una única vivienda, el problema nacional se solucionaría con alrededor de 10.000 unidades y una inversión de 1.200 millones de euros (100.000 euros por vivienda), pero únicamente serían necesarios entre 480 y 600 millones si se recurre a la deuda para realizar las adquisiciones. "Es importante remarcar que el origen de todos estos fondos no tiene por qué ser 100% por aportación dineraria, sino que puede llegar también a través de subvenciones y aportaciones de activos por parte de diferentes propietarios o administraciones", señala el estudio.

Además de los fondos necesarios para disponer de los inmuebles, hay un coste de alquiler de estos, un mantenimiento y el acompañamiento a los residentes. La 'big four' estima que se deberían destinar anualmente entre 151 y 175 millones de euros a este fin: alrededor de una rentabilidad entre el 6% y el 8% para los propietarios de los pisos y un coste salarial de 39.000 euros para cada empleado de acompañamiento.

Para solucionar el problema del sinhogarismo en España no es necesario construir ni una sola vivienda. "Hay 3,4 millones de casas vacías, por lo que el stock necesario existe, a falta de rehabilitar y poner a disposición de este sistema. Bajo el prisma del inversor, aparte de ser una inversión rentable y con un alto componente ESG, hay determinados actores del mercado que podrían aprovechar esta solución para dar salida a parte del stock que tienen en balance y actualmente tienen difícil salida en el mercado", añaden desde EY. En este programa, según la consultora, podrían participar algunos de los grandes fondos, pero también particulares.

¿Qué se necesita para solucionar el problema del sinhogarismo?

Según el citado estudio de EY, para solucionar el problema del sinhogarismo, implantando la solución de Housing First, son necesarios cuatro actores: un propietario del inmueble, un arrendatario, un usuario y un acompañamiento. El dueño de las casas puede ser una ONG, una administración pública, particulares, institucionales o, incluso, vehículos de inversión que se crean específicamente para esto, como Primero H, que saldrá próximamente a bolsa, o Techo, que ha levantado ya 22 millones para comprar casas. Los arrendatarios que pagaran un alquiler ajustado y por debajo de mercado a los propietarios serán ONG's o las administraciones públicas, dentro de su labor de proveer vivienda social, porque los usuarios no disponen de los fondos para hacerlo. También deberán ser estos agentes los encargados también de realizar el acompañamiento al residente para tutelar y mejorar su situación personal.

Pedro Cabrera, catedrático de Sociología de la Universidad Pontificia de Comillas y uno de los mayores expertos en la materia, incidió en la importancia de la coordinación entre los diferentes agentes que intervienen en la vivienda social. Durante la presentación del estudio aseguró: "Si hay un fallo de comunicación que realmente ralentiza la solución a este problema, es la falta de conexión o de relación constructiva entre las administraciones responsables de viviendas y las de servicios sociales". El estudioso aportó también datos reveladores sobre el sinhogarismo, que no tiene en cuenta ninguna fuente oficial, como que alrededor del 20% de las personas que se ven afectadas por este problma tienen una discapacidad superior al 33% o que el 30% de ellos cobra algún tipo de prestación, que ronda los 300 o 400 euros.