La planta piloto de ArcelorMittal en Gijón, lista para capturar CO2 y generar hidrógeno este verano

La planta piloto de Gijón en la que se ensayará la captura de CO2 de los hornos altos siderúrgicos de ArcelorMittal y la generación de hidrógeno, el combustible del futuro, comenzará operar este verano. La planta, que ha sido diseñada por científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar) de Oviedo, ya tiene instalados sus principales elementos, entre los que destaca un reactor de cinco metros de altura.

El ensayo en la factoría de ArcelorMittal en Gijón forma parte del proyecto europeo C4U de captura de carbono para industrias siderúrgicas, que está coordinado por el University College London y que tiene un presupuesto de 13,8 millones de euros.

En la planta piloto de Gijón se demostrará a escala semindustrial la tecnología CASOH de captura de dióxido de carbono y producción simultánea de hidrógeno, desarrollada en los laboratorios del Incar en Oviedo. Gases residuales de los hornos altos de ArcelorMittal serán sometido a muy altas temperaturas y con la asistencia de calcio como sorbente del carbono se obtendrá un flujo rico en hidrógeno y nitrógeno que se podrá utilizar para usos industriales. Posteriormente, mediante ciclos de oxidación y calcinación se logrará una regeneración eficiente del sorbente de carbono que dará como resultado una corriente rica en CO2 lista o bien para su purificación y posterior uso, o bien para su almacenamiento evitando así que se libere y contribuya al calentamiento de la atmósfera.

La planta a escala semindustrial se ha ubicado junto al laboratorio GasLab de la factoría de ArcelorMittal en Gijón, en una parcela de 34x18 metros. Los reactores principales y auxiliares ya están instalados y ya se ha probado el suministro de gases de alto horno a la planta mediante unas nuevas conducciones. Están avanzadas las obras de instalaciones eléctricas y de instrumentación. "Sin embargo, los retrasos de los contratistas en el montaje mecánico de las diferentes líneas de gas han impedido que el piloto se complete", señaló Juan Carlos Abanades, científico responsable del grupo de captura de CO2 del Incar, en la última comunicación sobre la marcha del proyecto. No obstante, "se espera tener la primera prueba en caliente del proceso CASOH durante el verano de 2023", añadió Abanades.

El objetivo de la planta piloto de Gijón no es sólo comprobar si la tecnología de captura de CO2 y de producción de H2 funciona a escala semindustrial, también si sus costes son competitivos. Ese último parámetro será clave para determinar la elección de esta tecnología frente a otras en el proceso de transición hacia una producción de acero sin emisiones, según explicaron fuentes del proyecto europeo C4U.

"En los últimos meses ha habido una oleada de desarrollos cruciales para la captura y almacenamiento de carbono y para la descarbonización del acero en Europa y en otros lugares. A partir de la cantidad de proyectos anunciados y de la variedad de políticas desarrolladas, con la provisión de importantes fondos gubernamentales, está claro que el despliegue de tecnologías escalables de bajas emisiones como la captura y almacenamiento de carbono en la industria del acero pronto se convertirá en una realidad", señaló Haroun Mahgerefteh, miembro del University College London y coordinador del proyecto C4U, en el que participan ocho países europeos, Canadá, China y Estados Unidos.

La tecnología de captura CASOH, que se testará en la factoría siderúrgica de Gijón, no es la única que se demostrará dentro del proyecto europeo C4U. En la planta siderúrgica de Lulea, en Suecia se demostrará la tecnología de captura Displace. Además, dentro del proyecto hay líneas de investigación sobre la integración a gran escala de las tecnologías o sobre el transporte y almacenamiento de CO2.

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