Estrategia europea

La UE cierra un acuerdo provisional sobre la primera ley de chips europea

El objetivo es duplicar como mínimo la cuota de mercado mundial europea del 10% al 20% para 2030

La UE cierra un acuerdo provisional sobre la primera ley de chips europea.

La UE cierra un acuerdo provisional sobre la primera ley de chips europea.

Silvia Martinez

La escasez mundial de semiconductores comenzó a finales de 2020, a raíz de la pandemia de coronavirus. La respuesta de la UE, ante el desabastecimiento generalizado de un producto tan esencial para todo tipo de aparatos utilizados en la vida cotidiana, fue una propuesta de Ley de Chips europea para aumentar la producción en el continente europeo. Los negociadores del Consejo y el Parlamento Europeo han conseguido cerrar este martes un acuerdo político provisional que aspira a duplicar la cuota de mercado mundial de la UE pasando del 10% al 20% como mínimo para 2030.

“Este acuerdo es de suma importancia para la transición ecológica y digital, al tiempo que garantiza la resistencia de la UE en tiempos turbulentos. La rápida aplicación del acuerdo transformará nuestra dependencia en liderazgo de mercado, nuestra vulnerabilidad en soberanía y nuestro gasto en inversión”, ha destacado la ministra de energía, empresa e industria de Suecia, Ebba Buch sobre un elemento clave para todo tipo de productos de uso cotidiano, desde una tarjeta de crédito hasta automóviles o teléfonos inteligentes. Solo un teléfono inteligente, por ejemplo, contiene 160 chips mientras que un coche necesita hasta 3.500 para funcionar.

“En un contexto geopolítico de eliminación de riesgos, Europa está tomando su destino en sus propias manos. Al dominar los semiconductores más avanzados, EU se convertirá en una potencia industrial en los mercados del futuro”, ha celebrado también el comisario de industria, Thierry Breton, sobre otra iniciativa clave para seguir ganando en autonomía estratégica y reducir la vulnerabilidad y la independencia respecto a países terceros.

El 80% de proveedores, fuera de la UE

Con el desarrollo de la inteligencia artificial, las redes 5G o el internet de las cosas, se espera que la demanda y las oportunidades de mercado de chips y semiconductores crezcan sustancialmente. El problema es que actualmente alrededor del 80% de los proveedores de las empresas europeas que operan en la industria de los semiconductores tienen su sede fuera de la UE. Con la adopción de la Ley de Chips, la UE pretende reforzar sus capacidades en la fabricación de semiconductores para garantizar su competitividad en el futuro y mantener su liderazgo tecnológico, así como la seguridad de suministro.

El plan, que todavía tendrá que ser concretado y avalado tanto por el Consejo como por el Parlamento Europeo, incluye una iniciativa para desarrollar la capacidad tecnológica a gran escala que aspira a movilizar 43.000 millones de euros en inversiones público-privadas y de las cuáles 3.300 millones procederán del presupuesto europeo. Estas acciones se llevarán a cabo principalmente a través de la empresa común chips, una asociación público-privada en la que participarán la UE, los Estados miembros y el sector privado. El plan también contempla un marco para garantizar la seguridad del suministro y la resistencia atrayendo inversiones y un sistema de vigilancia y respuesta a las crisis para anticipar la escasez de suministro y dar respuesta en caso de crisis.