Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Christopher Jones: "El sistema marginalista de precios para la energía es el menos malo"

El abogado y experto, con 30 años de experiencia en la Comisión Europea, avisa de que alterar los mecanismos de mercado, como el tope al gas, desincentiva la inversión

Christopher Jones: "El sistema marginalista de precios para la energía es el menos malo".

Christopher Jones es abogado especialista en competencia en la oficina de Baker & McKenzie en Bruselas después de 30 años con cargos de responsabilidad en el área de energía de la Comisión Europea. Fue uno de los impulsores de la Agenda 20/20/20, cuando nadie consideraba posible alcanzar esos objetivos. Esta semana ha participado en un debate organizado por el Círculo Ecuestre de Barcelona, en el que junto con otros expertos, ha aplaudido la reforma eléctrica prevista por Bruselas frente a la propuesta "intervencionista" de España.



-¿Qué opinión le merece la propuesta de Bruselas sobre la reforma del mercado eléctrico?

-La propuesta es muy buena. En esencia tiene tres partes. Mantiene el sistema de precios marginalista como ha sucedido en los últimos 30 años, lo cual es positivo. También establece una estructura que permite desarrollar las energías renovables y la nuclear a través del mercado, es decir las empresas competirán en el mercado y será este el que decidirá este desarrollo Y se crea un mecanismo de apoyo que son los contratos por diferencia. O sea la propuesta mantiene el rol del mercado y lo moderniza. Mientras eso sea así es positivo pero algunos estados miembros quieren volver a una situación en la que el mercado esté regulado.

-Es el caso de España, que se basaba en intervenir las hidráulicas y la nuclear ¿no?

-Sí. En 2013, el Gobierno definió el precio de las renovables a través de ayudas por cada kilovatio. Se generaron unos niveles de ingresos muy elevados y algunos gobiernos introdujeron unos cambios retroactivos en el modelo lo que tuvo un impacto destructivo sobre el mercado. Y eso porque está basado en la inversión de capitales: si cambias las reglas durante el juego lo que haces es destruir la confianza de los inversores. Por ello la Comisión en su última directiva declaró que estos cambios retroactivos eran ilegales y que los precios tenían que definirse a través de la competencia en el mercado.

-¿Pero al haber diferencias de 'mix' energético por países se justifica el sistema marginalista?

-España no es tan singular. Cada país miembro tiene su 'mix'. Por ejemplo Dinamarca tiene más renovables que España y hay muchos estados miembros que están invirtiendo en renovables y otros como Polonia o Países Bajos, en nucleares. Pero la verdad es que todo lo que se compra en nuestra sociedad se basa en una definición de precio marginalista y la electricidad no es diferente al resto de productos. Como profesor en la Universidad de Florencia hicimos un experimento con el MIT sobre distintos sistemas de fijación de precios, pero al final el resultado es que ninguno funciona mejor y podemos decir que el sistema marginalista es el sistema menos malo.

-¿Qué piensa de la excepción o mecanismo ibérico, que limita el precio del gas para producir electricidad? ¿Debería mantenerse?

-Solo lo han pedido España y Portugal. Tiene que haber algún motivo por el que ningunos otros países europeos estén interesado en ese sistema. Al resto de países les ha funcionado bien el mecanismo definido por la UE y no necesitan otro mecanismo adicional. El precio del gas ahora es de 40 euros, un poco más alto que hace dos años, pero el precio de la electricidad seguirá esa tendencia. Los almacenes de gas están más llenos que nunca y esto dibuja un horizonte positivo y alterar estos mecanismos lo que hace es quitar incentivos a los inversores y por tanto no tiene un efecto positivo.

-¿Y la consideración del gas y la nuclear como 'verdes' por parte de Bruselas?

-No es así. Las reglas de la denominada taxanomía sobre el gas natural son tan restrictivas, de forma correcta, que hacen que sea muy difícil cumplir los requisitos en nuevas inversiones. En nuclear, los límites también son elevados, pero hay estados que pueden escoger la tecnología nuclear, que sí es sin emisiones de carbono, luego ya depende de la opinión que se tenga sobre esa tecnología. Esta taxanomía define un equilibrio bastante razonable.

-Como promotor de la Agenda 20/20/20 ¿cómo ve la transición ecológica en Europa?

-Cuando se definieron los objetivos nos dijeron que estábamos locos, que no era posible, que el precio de la energía solar y eólico era elevado y que eran energías inestables… Lo cierto es que han funcionado y que su coste se ha reducido 75%. Por tanto, el motivo por el que las renovables están ahora en marcha en todo el mundo es gracias a lo que ha hecho la UE y los europeos tendrían que estar muy orgullosos de haber tenido esta iniciativa. Si esto no se hace no será posible asumir los objetivos de 2050 y si no lo hace Europa ¿quién lo hará? Es importante que Europa lo haga y que demuestre que se puede hacer. En todo ello las cosas están encaminadas.

-Tras el hidroducto Barcelona –Marsella, veremos más conversiones de gasoductos a hidroductos?

-Sí. Hay que crear una red de transporte en Europa. Por ejemplo en Bélgica no se podrá producir hidrógeno de origen renovable y tendrán que importarlo. Si en el norte de África se puede producir, se tendrá que enviar a Europa y comprarán Alemania y otros países y , por tanto tiene que haber una red de suministro de hidrógeno y veremos que todos los conductos existentes para transportar gas se transformarán y se adecuarán para transportar hidrógeno. En todo caso hay que recordar que si se puede usar electricidad directamente no hay motivo para emplear hidrógeno porque para producirlo hay que emplear electricidad. Eso es lo más eficiente que se puede hacer.

-¿Qué previsión hay para el precio del gas?

-El precio del gas es el que ha definido el de la electricidad y así seguirá. No lo sabemos de forma segura pero parece que el invierno que viene estaremos bien y ahora es el momento de centrarnos en el futuro y ver cómo podemos aumentar la inversión en energías renovables porque esta es la que dará seguridad en el suministro y estabilidad de precios. El debate en el que estamos inmersos es el del año pasado y nos tenemos que centrar en el de lo que vendrá.

Compartir el artículo

stats