De pisar el freno a poner el pie en el acelerador. Ese movimiento de la Reserva Federal de Estados Unidos en la subida de tipos de interés para seguir combatiendo la inflación es una posibilidad real. Y así lo ha avisado este martes Jerome Powell, el presidente del banco central estadounidense, que en el primero de dos días de testimonio ante el Congreso ha dejado claro que están listos para subir los tipos hasta un nivel más alto del que se había anticipado hasta ahora y quizá también a un ritmo más rápido. La próxima reunión se celebra los días 21 y 22 de marzo.

Ya en febrero, cuando se realizó la octava subida de tipos consecutiva pero se rebajó el ritmo a un cuarto de punto, tras la subida previa de medio punto y cuatro anteriores de tres cuartos, Powell había avisado de que irían “reunión a reunión”, dependiendo de los datos. Y este martes ha reiterado el mensaje y ha señalado a un camino agresivo, uno que Powell ha reconocido que “muy posiblemente” tendrá un impacto en el mercado laboral, con el potencial de frenar las subidas salariales y elevar el paro.

Turbulencias

“Queda mucho camino para devolver la inflación al 2% y probablemente sea turbulento”, ha avisado también Powell ante el Comité Bancario del Senado. “Los últimos datos económicos han sido más fuertes de lo esperado y eso sugiere que el nivel de los tipos de interés posiblemente sea más alto de lo previamente anticipado. Si todos los datos indican que está justificado un endurecimiento más rápido, estaríamos preparados para incrementar el ritmo de las subidas de tipos”. 

Pese a ver señales positivas en una ralentización en la inflación de bienes y a prever que la del alquiler también se calmará este año, se mantienen los indicios de que no se frena la subyacente en servicios excluyendo la vivienda, un índice al que presta mucha atención la Fed. Los últimos datos también demuestran la fortaleza de la economía, incluyendo una creación de 517.000 empleos en enero, y una caída del paro al 3,4%, un nivel no visto desde 1969. Y Powell ha avisado ante el Senado de que “el crecimiento fuerte de salarios es bueno para los trabajadores, pero solo si no es erosionado por la inflación”.

Las palabras de Powell han sido recibidas con caídas en las bolsas, aunque luego se han recuperado un poco.