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Préstamos

Las hipotecas a interés fijo tocan techo

Los préstamos con tipo estable fueron 70,9 de cada 100 el año pasado pero empiezan a ceder terreno las de tipo variable | Las entidades refuerzan el atractivo de las propuestas con carga revisable así como las mixtas, que combinan ambos tipos

Las hipotecas a interés fijo tocan techo.

El peso de las nuevas hipotecas a tipo fijo alcanzó un récord sin precedentes en 2022, con un 70,9% de todos los contratos firmados. La progresión se disparó en 2020, después de muchos años de predomino de las de interés variable (hasta 2015 eran más del 90% de las firmadas), pero empiezan a ganar de nuevo terreno ya que los expertos anticipan que el techo para las de interés fijo estaría en torno al 4%.

El máximo de préstamos que amarran un interés concreto para todo el periodo contratado se podría haber alcanzado en mayo del año pasado, al situarse en el 75,3% del total. Luego fue bajando. "Por encima del 4% las hipotecas fijas dejan de tener interés. No tiene mucho sentido ligarse a tipos de este nivel para 25 o 30 años", afirman fuentes del mercado. Como consecuencia del ascenso en los últimos años, las hipotecas de tipo fijo suponen en la actualidad alrededor de la cuarta parte del estoc total de los préstamos para comprar vivienda.

Hay entidades como CaixaBank o Banc Sabadell que llevan ya entre seis y siete años apostando por ofrecer préstamos con un interés estable. De hecho, el 90% de las contratadas por CaixaBank el año pasado y en torno al 80% por parte de el Sabadell. En otros casos, la oferta es de hipotecas mixtas, con 10 años de interés fijo y el resto, variable, que tienen más sentido en nuevos préstamos porque en los años iniciales se pagan más intereses que en los finales. En España, la mayoría de hipotecas se calculan con el sistema francés, lo que significa que durante el primer tercio de duración de las mismas se pagan sobre todo intereses y hacia el final se amortiza sobretodo capital. Es por ello que, según los expertos resulta interesante amarrar un interés lo más bajo posible al principio.

Hasta hace unos meses, las ofertas de tipo fijo apenas alcanzaban el 2% de interés y hoy ya superan el 3% y se acercan al 4%; mientras que las de interés variable, que eran las que predominaban, parten de un interés de en torno al 2% e incluso por debajo, que sirve de gancho comercial, con un diferencial posterior de euríbor + 0,75 o un punto. Y es que las cosas han cambiado de manera sustancial en un corto periodo de tiempo.

El euríbor, la principal referencia de las hipotecas a tipo variable, se acerca en la actualidad se acerca al 4%. En febrero del año pasado en el -0,335%, lo que supone un despegue sin precedentes que ha encarecido de forma sustancial las cuotas de quienes tienen hipotecas variables. En un préstamo-tipo de unos 145.000 euros a 30 años y el euríbor + un punto, se ha pasado del 0,66% al 4,5% en un año: de 444 euros al mes a 734, un incremento del 65%, calculan fuentes de una entidad financiera.

"En los años 90, las referencias para las hipotecas a tipo variable, eran de dos dígitos, pero después empezaron a bajar con la entrada en vigor del euríbor en 1999, hasta alcanzar su punto más elevado en julio de 2008, con el 5,393%, al estallar la crisis financiera, para luego iniciar de nuevo el descenso hasta situarse en negativo en 2016, hasta salir de ese terreno en abril del año pasado", explican fuentes financieras. Como resultado de todo ello, el euríbor se ha situado en una media de entorno al 2% en los últimos años.

En diciembre, el último dato existente del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 34,5% de las hipotecas sobre viviendas se constituyó a tipo variable y el 65,5%, a tipo fijo. El tipo de interés medio al inicio fue del 2,18% para las hipotecas sobre viviendas a tipo variable y del 2,93% para las de tipo fijo.

Aunque las hipotecas a tipo fijo siguen predominando, en los últimos meses las variables han empezado a ganarles terreno y representan ya una de cada tres nuevas. Después de un 2020 con ambas opciones muy emparejadas, en enero de 2021, cuando el euríbor se encontraba en mínimos del -0,5% la mayoría de hipotecados comenzaron a decantarse por los préstamos a tipo fijo. Esa tendencia tocó techo en julio de 2022, mes en el que tres de cada cuatro hipotecas eran a tipo fijo ante la previsión de que los tipos subirían. Desde entonces, la proporción ha comenzado a cambiar y se ha reducido diez puntos en tan solo cuatro meses.

La escalada es especialmente pronunciada si se tiene en cuenta que durante los tres primeros meses de 2022 el euríbor se mantuvo en negativo y que no franqueaba la barrera del 0% desde 2016. Este alza del euríbor viene motivado por las consecutivas subidas de los tipos de interés acometidas por el Banco Central Europeo (BCE). En la actualidad el precio del dinero establecido por la entidad monetaria es del 3% y apunta a nuevos incrementos, por ejemplo en la reunión que tendrá el próximo 16 de marzo, que podría ser de otros 0,50 puntos.

Todo ello ha disparado el euríbor, lo que supone pagar más intereses en las hipotecas variables, cuya revisión anual, además, queda a merced de la evolución del índice de referencia. De todas formas, esta opción está ganando de nuevo adeptos, ya que las hipotecas fijas se están encareciendo y los bancos ofrecen las variables con atractivos ganchos de inicio o las mixtas. 

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