El Gobierno ultima una reforma del mecanismo de rebajas de la factura de luz del que se benefician cientos de compañías industriales españolas. El Ejecutivo pretende llevar en las próximas semanas al Consejo de Ministros un real decreto para reformular el Estatuto de los Consumidores Electrointensivos para adaptarlo a la nueva regulación de ayudas de la UE, y con el que se ampliará los sectores económicos que pueden acogerse a las ayudas y se disparará el número de empresas beneficiarias.

El Ministerio de Industria ya solo está a la espera de recibir el visto bueno definitivo de la Comisión Europea con la confirmación de que el texto se ajusta a las nuevas directrices comunitarias para ayudas estatales en medio ambiente y energía, y también de contar con el plácet del Consejo de Estado, una vez obtenido el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Toda vez que esté aprobada la reforma el Ministerio aún comandado por Reyes Maroto -a la espera de su marcha para ser candidata socialista a la alcaldía de Madrid- organizará la primera convocatoria de ayudas con las nuevas normas.

El nuevo sistema de reparto ampliará el número de sectores económicos que la Unión Europea permite ser considerados como electrointensivos para recibir ayudas específicas y descargar el enorme peso que tiene el coste de la electricidad en su actividad. El número de sectores beneficiarios pasará de los 62 actuales a un total de 118 (quizá finalmente a 119 a petición de la CNMC), tras incluirse todas las industrias extractivas en línea con la estrategia de Bruselas de potenciar la autonomía comunitaria en la gestión de sus propias materias primas.

Las ayudas consisten en una rebaja de los cargos de que se incluyen en recibo de las compañías industriales (con los que se financian la retribución a las renovables reguladas, la deuda del sistema y los sobrecostes de los territorios extrapeninsulares). Las rebajas serán del 75% de los cargos para las empresas “en riesgo” y del 85% para las compañías en “riesgo significativo”, en función del peso del coste de la electricidad en sus cuentas, aunque pueden superarse esos umbrales si se cumplen determinadas condiciones y se consideran que los grupos están especialmente expuestos al precio de la energía.

El Ministerio de Industria pretende relajar algunas exigencias para facilitar el acceso a las ayudas de más compañías: se rebajará del 10% al 5% del valor añadido bruto de la compañía la intensidad de uso de la electricidad requerida; la obligación de que el 50% del consumo eléctrico sea en horas valle no se aplicará para las ayudas de este año de manera excepcional; se facilita que reciban las ayudas empresas que cubren toda o gran parte de su demanda eléctrica con autoconsumo; y se amplía el abanico de acciones que se incluyen entre las inversiones exigidas en eficiencia energética para percibir la ayuda.

El resultado, según los cálculos que maneja el propio Ministerio de Industria, es que el número de empresas beneficiarias de la rebaja de los cargos de su recibo pasará de las cerca de 610 actuales hasta un total de cerca de 1.050 compañías (225 dentro de la categoría “en riesgo” y otras 828 en la de “en riesgo significativo”. En total los Presupuestos Generales del Estado cargarán previsiblemente unos 65 millones de euros anuales destinados a cubrir parte de los costes energéticos de estas compañías.

Rebaja temporal 'anticrisis'

En paralelo, y como parte de las medidas extraordinarias para paliar el impacto de la subida de la luz recogidas en el tercer decreto anticrisis, el Gobierno decidió mantener una rebaja temporal del 80% de los peajes que pagan las empresas electrointensivas en su factura eléctrica (con los se pagan las inversiones en redes eléctricas de distribución y de transporte).

El Ejecutivo ha decidido prolongar la medida sólo hasta el próximo 30 de junio, pero la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE) reclama ya al Gobierno como medida de protección imprescindible para la gran industria que mantenga ese descuento al menos durante todo 2023.

Desde el Ejecutivo, de momento, se da largas a la gran industria sobre la prórroga de esta otra ayuda temporal. “Es pronto para evaluar la conveniencia o no de una prórroga de esta exención más allá de dicha fecha”, apuntan fuentes gubernamentales, “se deberá evaluar en función de la evolución del precio de la energía y su impacto en la industria”.