El presidente de Seat y de la patronal de los fabricantes de coches Anfac, Wayne Griffith, ha aprovechado la presencia de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la presentación del proyecto industrial Future Fast Forward, liderado por Seat y Volkswagen, para reclamarle incentivos fiscales "atractivos" a la compra de coches eléctricos al objeto de impulsar la renovación del parque automovilístico español.

"En lugar de demonizar el coche hay que ayudar a la democratización de la electromovilidad con incentivos fiscales para la renovación del parque del vehículo eléctrico y sobre todo para acelerar la instalación de puntos de recarga. Como presidente de Anfac y aprovechando que estás aquí quiero pedirte ser sensible a nuestras propuestas para conseguir una fiscalidad atractiva. Tenemos que incentivar a los españoles a comprar coches eléctricos", ha dicho Griffiths. En su réplica, la ministra ha omitido por completo la propuesta de Griffiths y se ha limitado a reconocer que España está "lejos" del objetivo de alcanzar 100.000 puntos de recarga este año y a calificar de "imprescindible" "mejorar la recarga para los usuarios de los vehículos eléctricos".

Fuentes de Anfac explican que la principal reclamación de la industria es que haya ayudas directas a la compra de vehículos electrificados "en el acto y sin que se tributen en el IRPF", así como bonificaciones fiscales -en el IVA, IRPF e IS- para las empresas que cambien su flota de vehículos antigua por una electrificada. Las ayudas actuales al Plan Moves para la compra de coches eléctricos y la instalación de puntos de recarga son insuficientes, a juicio de la patronal, porque los beneficiarios tardan en recibir el dinero entre "12 o 15 meses" y tienen que tributar por la ayuda recibida, mientras que en otros países como Alemania esto no ocurre.

El proyecto Future Fast Forward fue el que recibió un mayor volumen (397,37 millones) de fondos en la primera tanda de ayudas del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC), una cantidad muy insuficiente bajo el criterio de los promotores para un proyecto de más de 10.000 millones, un impacto en el empleo de 145.000 puestos de trabajo y una previsión de más de 2.400 millones de euros de contribución fiscal y cotizaciones a la Seguridad Social, según Griffiths.

Además de Montero, por parte del Gobierno estuvo presente en el acto el nuevo secretario general de Industria, Francisco Blanco, pero destacó la ausencia de la titular de ese ministerio, Reyes Maroto, de viaje en Marruecos por la cumbre bilateral con España. Blanco, no obstante, no realizó ninguna intervención pública, pese a que será el encargado de rediseñar la segunda convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC), tras el fracaso del primer intento que Montero ha calificado como "curva de aprendizaje".

En ese primer intento, el Gobierno apenas logró asignar 877 millones de euros en subvenciones con cargo a los fondos europeos Next Generation, a pesar de que se había una bolsa de casi 3.000 millones para ellos. Quedan por asignar unos 2.100 millones de euros y España ya ha acordado con Bruselas extender los plazos para ejecutar los fondos tres años más, hasta 2028. Además, Montero ha añadido que el Ejecutivo también trabaja para "favorecer el acceso del tejido productivo para que esta yincana que habitualmente suponen las convocatorias públicas sea más accesible", aunque sin dar más detalles.