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Pesca

"Gransoleros" de Vigo descartan iniciar la pesquería de pota por las vedas de Bruselas

La campaña, de octubre a febrero, casi imposible por las áreas y profundidades prohibidas | “Los armadores nos trasladan que no irán; se pueden meter en un lío”, avisan desde ARVI

Buques de Gran Sol amarrados en el puerto de Vigo. Pablo Hernández

Portugal, Francia e Irlanda continúa dando que hablar y, sobre todo, generando problemas a los armadores. Los patrones, que están configurando sus sistemas para identificar exactamente qué zonas están afectadas, comprueban estos días como algunas de sus principales zonas de faena se ven afectadas, dificultando su labor. Algo que sucede también para el arrastre, pese a esa salvedad de 41 caladeros en los que las profundidades no superan los 400 metros (a partir de ahí, está prohibida la pesa de fondo). La situación, que ya está afectando a capturas de especies emblemáticas como la merluza, el rape o el gallo, está generando problemas también con otras pesqueras. Es el es caso de la pota, calamar, una especie que en Gran Sol no está sujeta al sistema de cuotas de la Unión Europea y que cada año llega incluso a llenar las bodegas de los barcos que se topan con los cardúmenes. Los armadores gransoleros vigueses ya informaron a la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) que este año no participarán en la campaña.

La pota que se captura en aguas de Gran Sol es la que corresponde con la especie Illex illecebrosus, diferente de la que se encuentra, por ejemplo, en aguas argentinas (Illex argentinus). Su distribución se extiende por la costa del este norteamericano, pasando por aguas de NAFO, Groenlandia, las islas Svalbard y, finalmente, Europa, llegando incluso al sur de España, si bien aparece con mucha más intensidad en el histórico caladero situado al sur y al oeste de Irlanda.

Si bien tiene menos renombre que las otras especies de referencia en la zona, los gransoleros acostumbran a pescar este calamar entre los meses de octubre y febrero. “Se trata de pota en abundancia, que incluso hace que los barcos vuelvan con la bodega llena”, comentan desde ARVI.

Como recuerdan desde la cooperativa, no existe un total admisible de captura (TAC) para esta especie, cuya captura es necesario realizar con una malla determinada. Sin embargo, según han trasladado ya los armadores, muchas veces esta especie se encuentra “a más de 400 metros”, por lo que los empresarios ya les trasladaron que “no van a ir” a por ella “porque lo hacen siguiendo el cardumen y te puedes meter en un lío”, en alusión a la posible entrada de un buque en una de las zonas vedadas.

Recurso

Pese al impacto en las capturas o en pesquerías como la pota, ARVI y sus armadores decidieron finalmente no presentar un recurso propio ante el Tribunal General de la Unión Europea, al contrario de lo que decidió la Organización de Productores Pesqueros del Puerto de Burela (OOP-7) y sus 16 barcos palangreros de fondo. De esta forma, la Cooperativa confía en el movimiento judicial anunciado por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

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