Francia ha decidido retirarse del Tratado de la Carta de la Energía (TCE) que da poder a los inversores energéticos privados para litigar contra los Estados, según ha anunciado este viernes el presidente galo, Emmanuel Macron, siguiendo la estela de otros socios como España.

"Francia ha decidido retirarse del Tratado de la Carta de la Energía. Es un punto importante pedido por muchos", ha dicho Macron en una rueda de prensa en Bruselas al término de una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE centrada en la urgencia de adoptar medidas para intervenir el mercado energético para poner techo al precio de las compras de gas.

Una cincuentena de países suscriben este Tratado diseñado en 1998 y que permite a las empresas energéticas, sobre todo las relacionadas con los combustibles fósiles, demandar a los países ante un sistema de tribunales si estas consideran que la legislación va en contra de sus intereses.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) francés calificó este tratado como un "grave obstáculo para la mitigación del cambio climático", ya que es "incompatible" con los "calendarios de descarbonización".

En las últimas semanas, otros países de la Unión Europea han anunciado su ruptura con este pacto por considerar que va en contra de los compromisos de lucha contra el cambio climático asumidos por el Acuerdo de París, como por ejemplo Países Bajos. También España inició este mes el procedimiento para abandonar el convenio.