El expediente de regulación de empleo (ERTE) que la multinacional siderúrgica ArcelorMittal aplicará en sus instalaciones en España a consecuencia de la parada del horno alto A de Gijón y otras instalaciones por la caída de la demanda, tendrá una vigencia sólo de tres meses (hasta el 31 de diciembre) y no hasta finales de 2023 como pretendió inicialmente la compañía, según el acuerdo alcanzado anoche entre la multinacional y una mayoría sindical integrada por UGT, CCOO y USO, por lo que es vinculante. Los sindicatos vascos darán su respuesta en los próximos días.
A su vez, la empresa eleva la remuneración de los trabajadores que sean regulados temporalmente de empleo hasta el 90% del salario bruto anual (en su primera propuesta era el 75%) y el 100% de pagas extras y vacaciones, lo que suma entre el 93% y el 95% de la retribución total. Con ello, el nuevo ERTE iguala las condiciones del que se pactó en 2009 y que estuvo vigente hasta fines de 2021.
El acuerdo de esta noche en Etxebarri incluye la aplicación de formación, según lo que establece el Estatuto de los Trabajadores, y la creación de una comisión de seguimiento del acuerdo tanto a nivel local como estatal.
Según los términos negociados, la aplicación del ERTE afectará en Asturias a un máximo del 25% de la plantilla de la compañía en la región, integrada por 5.000 de los 8.073 empleos que el grupo tiene en España. En Sagunto podrá alcanzar hasta el 40%; en Etxebarri, el 20%; el Lesaka, el 60%; en la división de largos de Olaberría-Bergara, el 20%; en AMDS y resto de sociedades, el 25. La compañía se compromete a no aplicar este expediente en ninguna instalación que tenga su capacidad productiva ocupada al 100%.
La afectación del ERTE para el personal de los servicios transversales no podrá superar, como máximo, el porcentaje de la planta a la que pertenece.
A petición de UGT, ArcelorMittal se comprometió a regularizar el anterior ERTE covid a todos los trabajadores antes de la finalización de este año.
