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Entrevista

Antonio Turiel, investigador del CSIC: "Europa va hacia la irrelevancia: no tiene recursos y no se los van a vender"

"Las renovables no bastan para hacer una sustitución energética: habrá decrecimiento", asegura el experto

Antonio Turiel. LOC

El físico y matemático Antonio Turiel, investigador del CSIC y autor del blog 'The Oil Crash', acaba de publicar con Juan Bordera 'El otoño de la civilización', donde habla de los informes filtrados del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, que arrojan una perspectiva pesimista.

¿Estamos sin tiempo?

Las perspectivas son bastante malas. Que alrededor de final de siglo haya un aumento de tres grados es un escenario realista, y una catástrofe. La temperatura frente a la era preindustrial ha subido 1,1 grados, en España 1,7, y lo estamos notando mucho. En la Península, las temperaturas típicas en verano para el 2050 estarán en torno a los 50 grados. Se filtró que se tenían que cerrar todas las centrales de carbón y gas antes de 2030 para evitar un calentamiento catastrófico, y en esta crisis energética la UE aprobó un incremento del uso de carbón.

¿En qué situación estamos para hacer la transición energética y cómo afecta la falta de suministros?

Se ha hecho creer a la gente que era fácil, e incluso diría posible, hacer una transición en la que sustituíamos energías fósiles por renovables. Y esto es falso. Tienen limitaciones, entre ellas los materiales. Son una ayuda pero no permiten una sustitución completa. No tenemos ninguna tecnología que nos permita mantener las cosas tal cual. Tenemos que aceptar que vamos a tener que disminuir nuestro consumo. Los combustibles fósiles han llegado a sus máximos de extracción.

¿Todos?

La producción de petróleo ya está cayendo, la de uranio también, la de carbón más o menos y la de gas lo estará de aquí a poco. Ya no nos queda tiempo antes de que esto empiece a decaer. Es un proceso lento, que se alargará durante décadas, pero el mundo competirá por recursos cada vez más escasos. Precios altos, problemas entre países, guerras. Antes de que Rusia invadiera Ucrania ya teníamos precios altos de energía y combustibles. Esto era inevitable. Hay dos cuestiones. Una es el encarecimiento y otra que los recursos ni siquiera estén disponibles.

Hay una panacea, aún teórica, la fusión comercial del hidrógeno.

No, no, no, eso es una tontería. Hay razones teóricas para pensar que es un proyecto imposible, hay cuestiones fundamentales que no han sido resueltas. Pensar que va a suceder simplemente porque nos convendría es autoengañarse.

¿Nuestras sociedades están preparadas para un decrecimiento ordenado, social y políticamente?

No. Pero hay que entender que no es una elección, pensar así favorece la idea de que se puede esperar. Estamos en descenso, está llegando menos petróleo, carbón, hagas lo que hagas. Este invierno se verán caídas bastante bruscas. La sociedad no está mentalizada, no se ha sido sincero con ella. Hace mucho que sabíamos que esto iba a pasar pero se ha esperado a algún tecnología milagrosa que salvaría la papeleta. Que mencione la fusión demuestra cuál es el pensamiento de esta sociedad.

¿Y qué ocurrirá?

Va a haber un choque cultural muy grande: la gente va a entender que se le imponen restricciones dentro de una agenda ecologista, y no va a entender que es porque no hay. Creo que va a haber mucha contestación social, incluso revueltas.

¿Y qué va a pasar entre Occidente y con países que necesitan altas tasas de crecimiento para mantener la estabilidad, como China?

Cada uno se tendrá que buscar la vida. Vamos a competir por recursos decrecientes. Europa está perdiendo relevancia, y no se está dando cuenta. No tiene prácticamente recursos y se va a encontrar conque no se los van a vender. China tiene recursos, y si los dirige a las necesidades reales de su población puede aguantar más. Estados Unidos igual. Vamos a ver un creciente proteccionismo de recursos y productos. Europa, si no va con cuidado, sufrirá un retroceso muy fuerte en pocos años.

Históricamente ha intentado controlar políticamente países pobres productores de recursos.

Tendrá que ser militarmente, y se lo está planteando. El rearme actual, teóricamente para luchar contra Rusia, es una preparación para las guerras de los recursos. Europa no tiene capacidad política de apropiación de los recursos naturales: va hacia la irrrelevancia, y su única capacidad para mantener una cierta hegemonía es militarmente.

¿Recibiremos más migración?

A corto plazo seguro. A largo plazo, cuando Europa se empobrezca sensiblemente, habrá otros los focos de atracción como China. Pero va a haber mucha movilidad y conflicto.

¿Qué debe hacer Europa?

El primer paso es entender la situación. Habrá recolocalización [en Europa] de la actividad, porque va a ser demasiado caro traer cosas de fuera. Y somos mucho más vulnerables desde el punto de vista alimentario de lo que nos creemos, y estamos en una crisis alimentaria global. El 70% de las fábricas de fertilizantes de Europa han cerrado por los precios del gas. Hay que crear una agricultura resiliente y adaptada al cambio climático capaz de alimentar a la población europea. En España es factible, en otros países más complicado. También asegurar el agua.

¿Cómo recuperar la producción?

Hay que recuperar oficios y empleo cercano, reduciendo las redes de distribución, que consumen mucha energía. Y es clave el reaprovechamiento de materiales. Y hay aspectos de movilidad y urbanismo.

En Galicia mucha población depende del coche. ¿En diez, quince años, esto no será sostenible?

No va a ser en diez años. Tenemos el problema encima. A corto plazo se favorecerá la concentración de la gente; a medio, otros modelos de movilidad, transporte público, alquiler de vehículos. No es sencillo.

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