El Gobierno lanzará a partir de la próxima semana una nueva ronda de contactos con las empresas energéticas, la industria, los partidos políticos y los agentes sociales para abordar nuevas medidas de ahorro energético para cumplir con el recorte de consumo comprometido con la Unión Europea para hacer frente a la amenaza de un corte de suministro de gas por parte de Rusia.  

Después de asegurarse este jueves en el Congreso la convalidación de un primer decreto con decisiones como apagar los escaparates por la noche o limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno en edificios públicos, comercios, grandes almacenes, infraestructuras de transporte, espacios culturales y hoteles, el Gobierno tiene previsto abrir un diálogo para continuar por esta senda y aplicar nuevas medidas

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, anunció este jueves en Antena 3 que "a partir de la próxima semana reiniciaremos las conversaciones" porque "a partir de octubre debemos seguir tomando decisiones que necesitan el máximo consenso". El Gobierno tiene que presentar en septiembre en Bruselas un Plan de Contingencia para preparar al país ante un posible escenario de escasez de gas en la UE por la amenaza rusa de corte de suministro. La Comisión Europea lo ha exigido tras obligar a todos los socios comunitarios a aplicar una primera batería de medidas de ahorro, que debían estar en marcha desde el 1 de agosto.

El Ejecutivo se escuda en esta premura para justificar que no se hayan pactado pero, según la ministra de Transición Ecológica, antes de esta fecha ya había activado el diálogo con "los grupos parlamentarios, las empresas y los sectores económicos", que ahora se vuelve a reabrir. Entre las nuevas medidas que se plantea el Gobierno pueden incluirse la ampliación del apagado de la iluminación de algunos monumentos o de carteles publicitarios luminosos.

La vicepresidenta Ribera convocará la próxima semana a las patronales de las eléctricas, de las gasistas, de las petroleras, a las asociaciones de grandes consumidores industriales y también a los grupos parlamentarios, a los agentes sociales patronal y sindicatos, y a asociaciones de consumidores, según confirman fuentes gubernamentales. Los encuentros servirán para abordar nuevas medidas que se incluirán el plan de contingencia para conseguir el recorte del 7% del consumo de gas hasta la próxima primavera y que el Gobierno aprobará en septiembre para remitirlo a la Comisión Europea.

El Ejecutivo recabará de los partidos y de las compañías nuevas propuestas de ahorro y eficiencia energética para ampliar las que ya implementadas, así como iniciativas para sustituir el consumo de gas en algunos sectores impulsando la electrificación y el despliegue de nuevas renovables. El Gobierno también ha pedido a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos que presenten propuestas de ahorro antes del 1 de septiembre. 

El Midcat, lo más sencillo

El debate energético monopoliza durante estas semanas el debate político y ayer mismo, desde Bogotá, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dio alas al proyecto de conexión gasística con Italia por la reticencias de Francia al proyecto ibérico del MidCat. Sánchez, en la primera parada de su gira latinoamericana por Colombia, Ecuador y Honduras, advirtió que "si vemos dificultades para acelerar" este gasoducto se optará por la conexión submarina con Italia, un proyecto que ambos países ya están estudiando. "Si no sale adelante el plan A, habrá que buscar el plan B", subrayó. "Si no se puede hacer por Francia hay una alternativa que es por Italia. Yo traslado la determinación de España por hacer esa interconexión”.

Este jueves Ribera incidió en esta idea, la construcción de un gasoducto submarino que uniera Barcelona con Livorno, un "puente marítimo" con una gran planta regasificadora y de almacenamiento en la capital catalana, a donde llegarían grandes barcos metaneros con Gas Natural Licuado (GNL), que conectaría después a través de una tubería bajo el mar con otro centro en la ciudad italiana para proveer a este país y también inyectar gas en el resto de Europa. Este proyecto, que cuenta con el aval de Bruselas, es una opción que, según la vicepresidenta, "tenemos que valorar con mucha seriedad" porque ahora trasladaría gas natural pero más tarde, explicó, sería "gas natural mezclado con biogás" y "hidrógeno verde".

Pero la propia Ribera reconoce que la alternativa "más sencilla" sería la interconexión con Francia a través de los Pirineos. "En un país que se dice europeísta y en un momento crítico para Europa lo lógico es ir a lo más fácil, a lo que pueda estar operativo para el otoño o invierno de 2023-2024", defendió. No obstante, la vicepresidenta quiso dejar claro que esto no es "una disputa bilateral con Francia". "España no necesita exportar gas, España está dispuesta a ayudar a Europa".