El presidente de IberdrolaIgnacio Sánchez Galán, anticipó en la junta de accionistas que en los próximos años el grupo seguiría elevando las inversiones y aumentando los beneficios. Y las cuentas de la compañía muestran que la senda se va cumpliendo. La eléctrica consiguió un beneficio neto de 2.075 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone disparar un 36% los registros del año pasado y conseguir el mejor semestre de la historia del grupo.

Iberdrola subraya que el fortísimo crecimiento de las ganancias se debe al tirón del negocio internacional en Estados Unidos, Brasil y Reino Unido, y alerta del frenazo de su actividad en España. La eléctrica destaca que el beneficio neto en España ha caído un 26% entre enero y junio debido a “los altos precios de la energía que no se han traspasado a los clientes con contratos a precio fijo acordados previamente”.

La producción eléctrica de la compañía en España descendió un 5% en el semestre por la menor aportación de las renovables y el parón de varias centrales nucleares, lo que forzó al grupo a elevar un 32% la generación de las centrales de gas con los precios en máximos históricos y a comprar más electricidad en el mercado mayorista con la cotización disparada.

Niega beneficios extra

Iberdrola se queja y subraya la mala marcha de su negocio en España en pleno choque con el Gobierno por el nuevo impuesto con el que se pretende gravar los beneficios extra de las grandes energéticas y los grandes bancos, con el objetivo de recaudar 7.000 millones de euros en dos años (4.000 millones del sector energético y 3.000 millones del financiero). Unos beneficios extra que la compañía niega esgrimiendo la caída del beneficio en el semestre en el mercado español.

"Las compañías que están aumentando sus beneficios en Europa son las gasistas y las petroleras, no las eléctricas integradas", ha subrayado Sánchez Galán en una conferencia con analistas. "Nosotros no tenemos beneficios extraordinarios. El de gasistas y petroleras no es el mismo caso", ha sentenciado.

Y es que las eléctricas han venido insistiendo durante los últimos meses en negar la existencia de los beneficios millonarios que el Gobierno dice querer recortar, ya que tienen vendida toda su producción de electricidad con mucha antelación y a precios muy inferiores a los que marca el mercado eléctrico y, por ello, no se están beneficiando de las subidas. Iberdrola asegura que pare este año ya tiene vendido el 100% de producción, mientras que para 2023 ha alcanzado el 80%, el 60% para 2024 y el 40% para 2025.

Rumbo a un año récord

La compañía consiguió un resultado bruto de explotación (ebitda), que mide mejor la evolución del negocio, de 6.444 millones de euros en seis meses, con un incremento del 18% respecto al año pasado y con crecimientos en todos los mercados en los que opera, salvo en España. La deuda financiera neta ajustada del grupo se situaba a cierre del primer semestre en los 41.717 millones de euros, con un aumento del 14%, respecto a junio 2021 por el esfuerzo inversor del periodo y la apreciación de las divisas. La previsión del grupo es cerrar el año elevando la deuda hasta los 45.000 o 46.000 millones.

Iberdrola ha ejecutado inversiones por 4.741 millones de euros entre enero y junio, con un incremento del 5,3%, y alcanzando los 10.200 millones en los últimos dos meses. El 90% de las inversiones se han destinado a renovables y a redes inteligentes. Unas inversiones que han permitido al grupo instalar 3.400 megavatios (MW) de nueva capacidad renovable en el último año y tener otros 7.100 MW más en construcción.

Pese a la incertidumbre por la evolución de la guerra de Ucrania y el temor al impacto global en forma de inflación y de ralentización del crecimiento económico en plena crisis energética, Iberdrola mantiene sus objetivos de alcanzar este año un beneficio neto de entre 4.000 y 4.200 millones de euros (frente al récord de 3.885 millones del año pasado) gracias al fuerte incremento de las inversiones y a la buena marcha del negocio internacional.

Compra en EEUU

El presidente de Iberdrola se ha mostrado seguro de que conseguirá resucitar una de sus grandes operaciones corporativas en el exterior, tras recurrir en los tribunales el veto del regulador de Nuevo México (Estados Unidos) a la compra de la eléctrica PNM, que rechazó la adquisición por parte de Avangrid -filial estadounidense de Iberdrola- en una operación valorada en unos 8.300 millones de dólares (unos 7.000 millones de euros), entre otras cuestiones, por la presunta implicación de la cúpula de la eléctrica en el ‘caso Villarejo’.

Iberdrola y PNM se han dado de plazo hasta abril de 2023 para cerrar la operación, y Galán se muestra convencido de que la apelación presentada y la renovación de los miembros de la comisión de regulación permitirán seguir adelante con la compra antes de que expire el plazo.