Mango concluyó el primer semestre del año con una facturación de 1.214 millones de euros, el 24,8% más que en el mismo periodo del año anterior, con lo que superó la facturación de los seis primeros meses de 2019. Las ventas mostraron fortaleza especial en España, Francia, EEUU, Reino Unido, Italia e India. El grupo prevé superar los 124 millones de euros en inversiones este año, casi el triple que en 2021. Es ese esfuerzo inversión, tras la replanificación financiera clave para esta multinacional catalana, el elemento más destacable del balance semestral. Tecnología, logística, instalaciones y tiendas coparán el grueso de esas inversiones y la muestra de que la firma que parece haber salido de la pesadilla pandémica con renovadas fuerzas.

Toni Ruiz, consejero delegado de Mango, señala que el balance semestral de la compañía "es un signo más de la nueva etapa de crecimiento en que se encuentra Mango". El resultado bruto subió, pese al abandono del mercado ruso en el primer semestre y que obligó a una provisión especial de unos 20 millones de euros. La multinacional no facilitó el dato de resultados.

La compañía de distribución de moda evidencia al triplicar la inversión su confianza en la expansión tras la mejora de su centro logístico de Lliçà d’Amunt y la adaptación de su modelo de negocio a la apuesta omnicanal. Tras la ampliación de la planta logística en el primer semestre, con 88 millones de euros, el 2023 se afronta con respaldo industrial acorde a los planes estratégicos, tanto para la venta 'online' como en la apuesta internacional.

A cierre del primer semestre, la compañía contaba con una red de 2.508 puntos de venta en todo el mundo, tras llevar a cabo un total de 61 aperturas netas desde el pasado diciembre. Mango sigue mostrando fortaleza en el canal 'online', si bien el alto comparable del primer semestre de 2021 (cuando los principales mercados de Europa aún mantenían restricciones al comercio físico) ha hecho que los seis primeros meses de 2022 se cierren con un leve descenso del 3,9%. El peso de la venta 'online' en la actividad baja.

La compañía tiene previsto sumar más de un centenar de puntos de venta a su red de distribución y finalizar 2022 con 2.600 establecimientos. Es una muestra de esa estrategia que entiende el punto de venta como el centro de ese universo comercial en el que se difuminan fronteras entre ventas obtenidas en la red o en la tienda. La nueva sede corporativa que entrará en funcionamiento en 2024 completa esa renovación de la compañía.

Son prioritarios los mercados de España y Francia (donde la compañía acaba de reformar su 'flagship' de Haussmann, en París, y prevé alcanzar 300 puntos de venta en 2025), así como Reino Unido, donde la empresa planea aperturas en ubicaciones como el centro comercial Battersea Power Station, en Londres, e Italia, con un ambicioso plan de expansión, especialmente en sur del país. Otros mercados en los que Mango ha evolucionado de forma destacada son Estados Unidos e India, dos de los países estratégicos para el ejercicio en curso.

En Estados Unidos, Mango inició en mayo con la apertura de una tienda emblemática en la Quinta Avenida de Nueva York un plan de desarrollo que contempla alcanzar una red de 40 tiendas en el país en 2024. En India, por su parte, la empresa ha acelerado su desarrollo de la mano de su 'partner' Myntra hasta contar con 50 puntos de venta y una previsión de entre 15 y 20 aperturas más en el segundo semestre.

Mango finalizó 2021 con una facturación de 2.234 millones de euros, con un crecimiento del 21,3% respecto a 2020 y muy cerca de 2019, cuando alcanzó unas ventas de 2.374 millones de euros.

En abril la empresa logró, por primera vez en su historia, vincular su deuda a criterios ESG (medio ambiente, social y buen gobierno corporativo). El coste de la deuda del grupo se reducirá si se alcanza un 100% de uso de algodón sostenible, poliéster reciclado y fibras celulósicas de origen controlado en 2025, así como una reducción del 10% en las emisiones de CO2.

Mango prevé que el 100% del poliéster utilizado sea reciclado en 2025, duplicando el objetivo inicial previsto para ese mismo año. Del mismo modo, la compañía también contempla que en 2025 el 100% de las fibras celulósicas usadas sea de origen controlado y trazable, lo que supone alcanzar el compromiso cinco años antes de lo previsto. Además, la empresa mantiene su meta de que el 100% del algodón empleado sea de origen sostenible antes de 2025. En 2021 Mango ya alcanzó un 91% de uso de algodón más sostenible y un 59% de fibras celulósicas de origen controlado. Además, un 54% del poliéster utilizado era reciclado, alcanzado el objetivo inicial cuatro años antes de lo marcado.