La inflación ha vuelto a dar en junio una pésima noticia. Este mes, el índice de precios de consumo (IPC) ha subido el 1,8% respecto al mes de mayo, lo cual eleva la tasa anual de la inflación, hasta el 10,2%, un punto y medio por encima de la registrada en el mes anterior, según el indicador adelantado del IPC publicado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).  Se trata de la tasa más alta en 37 años, desde abril de 1985. Tampoco había habido una subida mensual tal alta, como la actual del 1,8%, desde enero de 1985.

En contra de lo que esperaba el Gobierno, la inflación ha roto el techo más reciente de marzo, cuando llegó al 9,8% propulsada por la guerra de Ucrania, y ha entrado en el territorio de los dos dígitos, algo que no sucedía desde la pasada década de los ochenta.

Esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes, mayor este mes que en junio de 2021, y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la estabilidad registrada el año anterior. También influye el incremento de los precios de los hoteles, cafés y restaurantes, superior al del pasado año, según el avance proporcionado por el INE.

La inflación subyacente, la que excluye los precios más volátiles de alimentos no elaborados y energía se ha disparado seis décimas, hasta el 5,5%. De confirmarse, sería la más alta desde agosto de 1993. 

La subida anual de los precios alcanza los dos dígitos por primera vez desde la década de los 80 impulsada por carburantes, alimentos y hoteles y restaurantes. La subyacente llega al 5,5%

En contra de lo que se esperaba, la subida de la electricidad y de los carburante vuelven a estar detrás del nuevo impulso que ha cobrado la inflación en el mes de junio. La entrada en vigor, el 15 de junio, del precio máximo del gas que se usa en la generación eléctrica no ha servido para torcer a la baja la curva de los precios en un contexto en el que la ola de calor de mediados de mes disparó el consumo de energía y su precio. El Gobierno insiste, en todo caso, en que sin esta y otras medidas adoptadas hasta ahora la tasa de inflación sería aún mayor. El presidente Pedro Sánchez dijo el sábado pasado que, de otro modo, la inflación se situaría 3,5 puntos por encima.

Tras hacerse público el dato de inflación de junio, el presidente del Gobierno, en declaraciones a la cadena Ser, ha afirmado que la subida del IPC "demuestra la gravedad de la situación de la economía europea y española", la "idoneidad" de las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo para paliar el impacto de los precios en los bolsillos de los ciudadanos y la necesidad de reformar el mercado eléctrico en Europa.

Sánchez ha reconocido que en la cena celebrada ayer en el Palacio Real en el marco de la cumbre de la OTAN, "uno de las principales motivos de conversación" fue la evolución de los precios, "en todos los países europeos y también en los que no son europeos". El presidente ha subrayado que la inflación se está viendo afectada por los recientes cortes de suministro de gas por parte de Rusia a los países europeos, lo que está teniendo su traslación a los costes energéticos y a los alimentos.

El dato de la inflación de junio se conoce dos días después de haberse producido la dimisión del presidente del INE, Juan Manuel Rodríguez de Poo, en medio de desavenencias con el Gobierno por las estimaciones del organismo sobre la evolución reciente del PIB y del IPC. Pese a haberse propuesto incorporar a sus cálculos la evolución de los precios de la electricidad en el mercado liberalizado, el organismo no ha logrado aún incorporarlo a su metodología y tan solo tiene en cuenta el mercado regulado, donde la factura ha subido con mayor intensidad. En el Gobierno existe el convencimiento de que haber incorporado en el cálculo el mercado liberalizado habría dado como resultado tasas de inflación algo menores.