El mercado laboral no afloja y mantiene la tendencia al alza de los últimos meses. El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha presentado el avance de los datos de empleo de junio, que anticipan el segundo mejor mes de junio desde 2005. Con permiso de junio del año pasado, que fue de récord dada la efervescencia del proceso de escalada y la reactivación de las contrataciones de muchas actividades hasta entonces limitadas por motivos sanitarios. Otro dato que ha publicitado el ministro es que parte de esa alza en el empleo proviene de la inserción de casi 7.000 ucranianos huidos de la guerra, que han encontrado y están trabajando actualmente en España, dos de cada tres con contrato indefinido.

"Será un mes de junio extraordinario" en el que se mantiene la "aceleración en la creación de empleo a pesar del entorno de evidente incertidumbre internacional", ha declarado Escrivá. Las previsiones son de creación neta de unos 125.000 empleos respecto al mes de mayo, que ya fue especialmente bueno pese a las derivadas del conflicto bélico y la escalada de inflación, que, como el empleo, tampoco afloja. Las empresas confían, pese a ello, que la economía proseguirá su tendencia de crecimiento y refuerzan plantillas en consecuencia. Y la cifra total de trabajadores ocupados se instala en los 20,3 millones de personas.

Otro dato que corrobora que la guerra no está teniendo un efecto paralizante en la economía es el dato de los ertes. Actualmente hay un total de 23.365 trabajadores afectados de manera parcial o total por un expediente de suspensión. Cerca de 4.000 empleados menos que el mes pasado. Esa mejora para el empleo y la progresiva reactivación de las actividades paralizadas está alimentando los ingresos de las arcas públicas. El flujo por cotizaciones crece el 8%, mientras que el gasto lo hace al 6%. Es decir, la Seguridad Social está en vías de reducir paulatinamente su déficit.

Un efecto de la reforma laboral que ilustran los datos presentados este jueves por Escrivá es el progresivo aumento de la duración media de los contratos. Hay menos relaciones eventuales y las que se firman duran más. Concretamente el 22% más que desde antes de la entrada en vigor de las nueva normativa. Si en 2019 un contrato duraba de media 15,3 días, ahora dura 18,6 días. Una mejora que todavía arrastra una alta volatilidad los viernes y los finales de mes, cuando muchas compañías mantienen la tendencia de dar de alta y de baja a trabajadores para ahorrarse las cotizaciones de fin de semana.

La reforma de los autónomos, caliente

Escrivá se ha mostrado optimista en poder cerrar en breves la reforma de la cotización de los trabajadores autónomos. Una negociación que se alarga desde hace más de tres meses y que este viernes tiene una cita que se presenta como clave. "Las negociaciones están muy cercanas, [...] sería sorprendente que no llegáramos a un acuerdo", ha afirmado Escrivá. El optimismo del ministro contrasta con varios flecos todavía por resolver y que pueden complicar un acuerdo tripartito con los agentes sociales.

Uatae -organización afín a CCOO- ha publicado este mismo jueves un comunicado en el que deja claro que no apoyará reforma alguna si Escrivá no baja la cuota mínima. Según su última propuesta esta está fijada en 245 euros mensuales. Unidas Podemos también ha apretado recientemente en esa dirección abogando por una cuota mínima de 100 euros. En el otro extremo se encuentra ATA -afín a CEOE-, que pide rebajar las cuotas máximas que plantea Escrivá. La más alta se sitúa en la última oferta en 565 euros y desde la patronal no quieren pagar más de 465 euros. Entre medio está Upta -afín a UGT- que pide mejorar la formulación del cese de actividad -el paro de autónomos- para hacerlo más accesible a aquellos sin trabajadores a cargo.