La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha abogado este miércoles por avanzar en la compra centralizada de productos estratégicos -como la energía, ciertos minerales u otros productos básicos- en la Unión Europea, como mecanismo para contribuir a frenar la inflación y preservar el crecimiento económico. También ha defendido el objetivo de conformar fondos de pensiones, de ámbito europeo, con fuerte capacidad inversora, como instrumento para avanzar en la autonomía estratégica de la Unión Europea.

Lagarde ha participado este miércoles en una importante mesa de debate en el Foro Económico Mundial, que celebra su 51º edición en Davos. Bajo el lema, entre interrogantes, '¿Unidad Europea en un mundo desordenado?', en la mesa de debate también han tomado parte los primeros ministros de Holanda, Mark Rutte; de Irlanda, Micheál Martin y de Eslovaquia, Eduard Heger, así como la presidenta del Parlamento EuropeoRoberta Metsola.

El precedente de Sánchez

"Cuando veo a dirigentes europeos que hablan de políticas comunes de compra de minerales, de energía, pienso que es una decisión fantástica. Podemos abordar acciones conjuntas a la hora de hacer nuestras compras" ha dicho Lagarde, en la calidad de guardiana de la estabilidad de precios que le confiere su cargo de presidenta del BCE. No ha citado Lagarde a ningún dirigente en concreto, pero lo cierto que el presidente español, Pedro Sánchez, ha convertido esta propuesta, que comparte con Portugal, Italia, Grecia, Bélgica, o Rumanía, en uno de los ejes de la política energética común que España quiere para la Unión Europea.

Lagarde ha defendido que la Unión Europea debe adoptar una posición más firme acorde con su posición como principal bloque comercial del mundo y, haciendo un símil con la práctica del fútbol, ha propuesto que Europa deje de ser un simple "campo de juego" donde juegan los demás, y construir "una nueva selección" que debe "sacar músculo" en defensa de sus intereses avanzando en la unidad y en las acciones concertadas, tal como se ha ensayado en la respuesta a la pandemia y a la invasión rusa de Ucrania.

"La guerra nos ha mostrado lo débiles que somos al 'jugar tan abiertos, pero también nos ha permitido tomar conciencia de lo poderosos que somos si permanecemos unidos", ha afirmado Lagarde, para quien "cuando saca músculo, Europa es una fuerza increíble", aunque la banquera central ha admitido que Europa a veces se marca (goles) en propia meta ralentizando procesos y mirando objetivos nacionales en vez de europeos.

"Creo que estamos en un momento en el que Europa puede actuar como un formidable equipo de jugadores al mismo tiempo que como árbitro", ha añadido en referencia al "formidable poder" de Europa en múltiples campos como el comercio o la tecnología, así como, tomando como referencia Japón, en recursos de fondos de pensiones.