Endesa ha anunciado un beneficio neto de 338 millones de euros en el primer trimestre, lo que representa una caída del 31,2% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior (491 millones de euros), por los impactos extraordinarios de una sentencia a favor relativa a los derechos del CO2. Sin ellos, la compañía habría ganado en el primer trimestre del año pasado, 297 millones de euros, es decir, el crecimiento en los primeros tres meses de este año es del 14%. Por ello, la eléctrica que dirige José Bogas ha confirmado sus objetivos para el cierre del ejercicio pese a la volatilidad del sector eléctrico: un resultado ordinario neto de 1.800 millones y un ebitda de 4.100 millones.

Según explica la compañía, el resultado ordinario neto del periodo enero-marzo de 2021 recogía un impacto neto positivo de 194 millones de euros correspondiente al derecho de Endesa a ser indemnizada por la minoración en su retribución como sociedad generadora en el importe de la internalización de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) gratuitamente asignados por el Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión (PNA), que no tenía el deber jurídico de soportar. 

Respecto a los ingresos, Endesa facturó en el primer trimestre 7.596 millones de euros, un 59,1% más que un año antes (4.774 millones de euros); mientras los costes de explotación se incrementaron un 70,9%, hasta los 7.107 millones de euros (esta cifra incluye el alza del 213% en el precio de las compras de energía en el mercado mayorista). Las ventas de electricidad se ha incrementado un 57,7% hasta 5.264 millones. De esa cifra, 3.029 millones corresponden a ventas en el mercado liberalizado español, con un alza de un 62,2% respecto al mismo periodo de 2021, mientras que 961 millones correspondieron a ventas a precio regulado, un 77% más. Por su parte, las ventas de gas fueron de 1.596 millones, con un aumento del 138,6%.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) a cierre de marzo se situó en los 914 millones de euros, con un descenso del 10% con respecto al mismo periodo de 2021. Pero, de nuevo, afectado por los resultados atípicos del año pasado (188 millones de euros procedentes de una sentencia judicial relativa a derechos de CO2). Sin considerar este resultado atípico, el Ebitda crecería un 10%.

La "compleja coyuntura de los mercados de las materias primas, unida a un incremento de las partidas regulatorias pendientes de cobro", han afectado negativamente al capital circulante necesario para financiar las operaciones de la compañía. Ello ha situado en negativo el flujo de caja de las operaciones en 476 millones. La cobertura de este flujo de caja negativo, el desembolso de las inversiones en el periodo por 533 millones y el pago de dividendos por 529 millones sustentan el alza de la deuda neta hasta 10.334 millones a final del trimestre. El coste del pasivo se sitúa en cualquier caso en su mínimo histórico, el 1%, medio punto por debajo del reportado a final de 2021.

Conflicto Rusia-Ucrania

Este inicio de año ha estado marcado por los altos precios de las materia primas, especialmente, del gas natural (un 350% más caro en promedio que en el primer trimestre de 2021), que ha tenido como consecuencia directa en el incremento de los precios en los mercados mayoristas de electricidad, que han alcanzado un promedio de 229 euros en España (232 euros en Francia, 249 euros en Italia o 238 euros en Reino Unido) entre enero y marzo, según apunta la empresa. A final de marzo, la compañía defiende que tenía el 100% de su energía propia (nuclear, hidroeléctrica y renovable no regulada) vendida para este año, y el 82% ya para 2023. 

No obstante, también añade que el número de clientes de la compañía en el mercado ibérico (España y Portugal) se ha incrementado un 13% en el mercado liberalizado en los últimos doce meses al sumar 800.000 usuarios nuevos hasta alcanzar un total de 6,4 millones.

No obstante, Endesa apunta que no tiene "contrapartes eventualmente afectadas por las sanciones, ni tiene formalizados contratos de suministro de gas con Rusia de manera que el suministro de gas de Endesa está asegurado, y, de modo indirecto, a través de la Empresa Nacional del Uranio, S.A. (ENUSA), está analizando los efectos sobre los pedidos de suministro de combustible nuclear procedentes de Rusia a partir de 2024 si bien dicha sociedad está derivando las órdenes de fabricación a otros proveedores".

Potencia renovable

Por otra parte, la eléctrica tiene el 90% de la potencia renovable que prevé que entre en operación en 2022 ya en funcionamiento o en ejecución, y el 70% de la programada para 2023. En concreto, Endesa tiene en ejecución 2.000 megavatios (MW) de potencia renovable (la mitad del objetivo contenido en el plan estratégico 2022-2024) y cuenta con 8.000MW de potencia en un avanzado estado de tramitación administrativa. Todo ello en España y Portugal.

En este primer trimestre se han registrado además dos hitos relevantes en cuanto a nueva capacidad renovable en Portugal. El primero, la adjudicación del concurso de transición justa de Pego, el primero de este tipo que se ha desarrollado en la península ibérica, mediante el que Endesa acometerá una inversión de 600 millones para instalar 365MW fotovoltaicos, 264MW eólicos y 168MW de baterías, junto a un electrolizador de 500kW para producir hidrógeno verde, "para aprovechar parte de la capacidad de conexión a la red eléctrica tras el cierre de la planta de carbón de Pego el pasado noviembre". El segundo hito es el primer proyecto de fotovoltaica flotante de Endesa para instalar 43,5MW en el embalse luso de Alto Rabagão, hibridados con 48MW eólicos y 48MW de baterías.